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Los Guerrero de Dalbat

  • La diseñadora granadina lleva a la Semana de la Moda de Madrid su colección sobre el pintor José Guerrero

El azul Guerrero existe, quizás es menos conocido que el cinzolino -morado casi rojo- o el amarillo Nápoles, pero hay quien incluso lo usa en una colección de moda. Pilar Torrecillas, más como conocida como Pilar Dalbat revisa a José Guerrero y se empapa de su aura. Quien conozca la obra del pintor granadino reconocerá enLa brecha, la nueva colección de la diseñadora, las pinceladas del artista y de la que es su casa en Granada: el Centro José Guerrero.

La puesta de largo de La brecha será el próximo miércoles en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid -concretamente en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, sección de calcografía- y tendrá como ADN la misma línea perfomativa que siempre ha seguido la marca Dalbat: puestas en escena inusuales y localizadas en espacios patrimoniales.

"Es una traducción tanto de continente como de contenido, cómo veo el Centro y la obra de Guerrero". La granadina, que cuenta con casi dos décadas con su propia firma de moda, explica que lo que le ha llevado a meter al pintor entre sus telas fue sobre todo el conocimiento y admiración por su obra, además de que su hermano fue el arquitecto que proyectó la rehabilitación del edificio del museo de la calle Oficios.

Fiel a su marca y estilo, Pilar Dalbat se mantiene en las líneas sencillas sin un exceso de volumen y siempre reivindicando la figura femenina. "Sin ser siluetas demasiado ajustadas" aunque siempre dibujándolas. En cuanto a las faldas, están compuestas por la superposición de tejidos que permiten la creación de movimiento y volumen "al tiempo que los cuerpos ajustados definen una propuesta femenina y contemporánea", explica el dossier de la colección. Esta base en las prendas combinadas con las de abrigo completan la apuesta de la granadina para el otoño invierno de 2018/2019.

En cuanto al barómetro de color, se acerca mucho a los tonos que usaba el pintor, como ese reconocible azul Guerrero, como lo llaman en el taller de la artista. "El uso del paño con tono gris que recuerda al carboncillo sobre el lienzo, los amarillos en toques muy pequeños y el uso de los grises y rojos" son algunos de los detalles salidos de la creación de Guerrero, especifica Pilar Dalbat.

Pese a que la colección se titula La brecha, este trabajo no habla de la famosa obra pictórica. Aquí el concepto trasciende lo concreto. "Creo que los que vean las prendas reconocerán en ellas a veces la obra de Guerrero y otras el Centro de Arte", asegura. El museo se reconocerá a través de los blancos y grises, además de las líneas depuradas y el intento de jugar con las transparencias y la luz que caracteriza el espacio artístico. Además, asegura que sobre todo será tangible esa mezcla de tradición y contemporaneidad que aplica en sus diseños. Las técnicas de patronaje y los bordados a mano son, según dice, los que gritan tradición.

La brechano es solo la obra, es el concepto primigenio que eleva a arte la ruptura, la descomposición de las prendas. También se refiere al momento en el que la marca se encuentra, que pese a haber dado ya el salto internacional, ahora vive entre Granada y Madrid. Un ejemplo de este concepto llevado al hilo es la unión de telas por una brecha.

Pilar Dalbat no se ve por ahora recurriendo otra vez a un artista como leit motiv para otra colección, la diseñadora habla en la lengua de lo que le es cercano y querido. Tanto es así que en su arte siempre hay un hueco para esta tierra, incluso podría decirse que es una temática muy habitual. "Creo que hablar de lo que te es familiar es lo que funciona", sentencia la diseñadora que ha firmado colecciones como Sacromonte o Metro (Alcázar Genil). De hecho el tema de su próxima colección será la Zona Norte.

Otro gran distintivo de La brecha, son sus modelos, ninguna profesional pero todas mujeres reales. "Son mujeres que tienen una historia que contar. Todas con cabeza, normales y naturales". Se refiere a todas las que han sustentado su marca y las que se identifican con su estilo. "Ellas son las que nos han construido y es una manera de dar las gracias", dice Pilar que además ha hecho la selección de estas nuevas modelos de manera personal.

Entre las elegidas hay de todo, desde la propia diseñadora, pasando por bailarinas, deportistas, periodistas y cantantes hasta arquitectas o estudiantes, con una franja de edad que va desde los 17 a los 104 años. Una selección multicolor que puede definir a una mujer tan real como diversa.

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