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'High School Musical': comienza el examen

  • El musical tiene algo de 'Grease' pero más de los tiempos que corren. El ambiente estudiantil se cuela en las canciones y las coreografías creadas para la obra

Parecido a Grease pero adaptado a los nuevos tiempos, el musical nacido de la famosísima película de Disney, High School Musical, cambia el cuero por sudaderas de algodón y los coches por canchas de baloncesto. Si en los tiempos de Travolta y Newton-John lo que se llevaba era el espíritu rebelde, en el instituto de moda la competencia es el embrollo de la historia.

Abundan en las canciones los "juntos", "sueños" y "corazón", que equivaldrían en el lenguaje argumental a amistad, metas y amor. Chica conoce a chico en un karaoke unas navidades. Parece sencillo. Pero luego surgen los líos que se desarrollan a lo largo de dos horas de espectáculo. Cuando vuelven a encontrarse, el chico resulta ser la estrella de baloncesto de su instituto y ella sólo es la nueva. Lo único que comparten es una voz prodigiosa para triunfar en un musical que todos los años convoca el colegio. Sólo que dos hermanos pijos y un tanto mezquinos tratarán de impedírselo.

Aderezado con una escenografía que dista mucho de la estética de Grease -sesentera y cargada de gomina- en High School Musical predomina el vestuario cómodo y de colores vivos nada que ver con el look apretadito de pantalones y chupas de cuero. Todo es un poco más espectacular y más adolescente. Será por eso que ayer, en las gradas del Palacio de Congresos, la mayoría eran niños acompañados, eso sí, de sus padres. Gabriella y Troy volvieron a encontrarse con sus fans más enfervorecidos. Los que les defienden por encima de la pareja de hermanos que urde toda clase de planes para vencerles en el concurso musical del instituto.

En la extensa nómina de actores que integran el coro, los hay para todos los gustos. La guapa, la pija, la gordita, la lista... (también en masculino) y el público pudo sentirse identificado con ellos. Su mensaje: si quieres cantar, hazlo. Si quieres algo, en definitiva, hazlo, por mucho que nadie te ponga zancadillas.

Hubo pocos momentos para el aburrimiento, porque el montaje tiene continuos cambios de escena, con veinte canciones -dos más que en la versión americana- y una sorpresa final para la pareja más famosa de las pantallas que no sucede en la película original.

Canciones como Formamos un equipo, Que todo empieza aquí, Nuestra libertad o Aquello que buscaba no tuvieron secretos para los niños. En la versión española no se contentan con traducir las letras sino que las enriquecen con unos arreglos más rockeros y poperos que la estadounidense.

Ayer armaron la revolución. Dinamismo, energía y muchísimas ganas en su esteno en Granada. Hoy por la mañana el equipo iba a visitar la Alhambra.

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