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Hocus Pocus y el derecho a la magia

  • El festival ofrece una gala de ilusionismo para Aldeas Infantiles con motivo del Día de la Infancia

Juan Maguillo con uno de sus espontáneos ayudantes.

Juan Maguillo con uno de sus espontáneos ayudantes. / Alex cámara

El ilusionista canadiense Mahdi Gilbert entusiasmó ayer por igual a niños y adultos en la Gala por el Día de la Infancia que se celebró en el Parque de las Ciencias. "Gilbert nació sin manos y sin piernas y hoy en día es uno de los magos más importantes del mundo porque, si uno tiene un sueño, puede conseguirlo". Así lo presentaba MagoMigue, el director del Hocus Pocus, cita en la que se enmarcaba el espectáculo que el festival, en colaboración con Aldeas Infantiles, organiza por sexto año consecutivo.

En el gradería del Auditorio del Parque de las Ciencias, un total de 470 bocas se abrían al unísono para reír a mandíbula batiente o mostrar asombro ante la destreza del ilusionista, que practica lo que se denomina magia de cerca: una cámara amplía lo que sucede en la mesa en la que se realizan los números de cartas. Y tal soltura mostraba el canadiense, que un par de minutos después de salir al escenario olvidaban ya la ausencia sus manos con el manejo de la baraja.

Pero él no fue el único ilusionista que a lo largo de más de una hora de gala asombró a los pequeños. Por el escenario del auditorio pasó también Juan Maguillo, que ofreció una tipo de magia más cercana al espectáculo de clown y que fue el encargado de meterse a los jóvenes espectadores en el bolsillo.

El ilusionista encargado de traducir al canadiense, Gonzalo Albiñana, puso el broche a la gala, en la que también ofreció su magia el maestro de ceremonias, MagoMigue.

El ilusionista granadino demostró que es tan buen mago como showman y que tiene la misma mano con la baraja que con los pequeños. Su número de Leo Pata y su pequeño hijo de pata no fue el único guiño directo que se ofreció al Día de la Infancia, porque el espectáculo se abrió con una presentación sobre los derechos de los niños en la que los alumnos de los 9 colegios invitados a la gala habían estado trabajando durante la semana previa.

La pequeña Ana Martos, del Colegio Ave María San Isidro, habló del "derecho a la Igualdad". Ainhoa Cristina Montilla, del Colegio San Juan Bosco, del "derecho a tener un nombre". Álvaro Arquelladas, del CEIP Vicente Aleixandre, del "derecho a ser criados y a recibir amor por parte de sus padres". Rosa Calero y Zakaria Ben Yahia, del CEIP Andrés Segovia, del "derecho a una educación digna y gratuita". Laura Ramón Guzmán, del CEIP Inmaculada del Triunfo, del "derecho a la libertad". Manal Kouba, del CEIP Miguel Hernández, del "derecho a recibir un trato digno, justo y de respeto por todas las personas". Iker López, del centro El Zargal, sobre "el derecho a la protección contra el trabajo perjudicial y la explotación". Alejandro Moreno, del colegio Jardín de la Reina, sobre "el derecho a la no discriminación por raza y género". Y la última alumna, Aisha Patrón-Costas, del centro CajaGranada, del "derecho a la salud".

Ellos fueron los encargados de subir a escena en representación de sus compañeros -todos de cuarto de Primaria- para hablar de unos derechos que algunos de ellos han podido ver vulnerados en primera persona, porque de los casi 500 alumnos invitados, una veintena se encuentran acogidos en Aldeas Infantiles de Granada por los problemas en su núcleo familiar. "Esos 20 son los que han invitado a sus compañeros de clase y han venido todos aquí", comentaba ayer Javier González Vigil, director territorial en Andalucía, quien destacó la larga colaboración con Hocus Pocus, que se remonta a los orígenes del Festival hace ya 16 años. "Esta gala es muy importante porque funde la magia con la ciencia y la solidaridad. Además es una forma de darnos visibilidad en la sociedad, algo muy importante en los tiempos que corren en los que tantos menores están muriendo por violencia en el hogar y el drama que se vive con la inmigración", manifestó el director de la ONG, que desarrolla su labor en un 70% gracias a las aportaciones privadas, tanto de socios como de patrocinadores.

"Antes de la crisis realizábamos una gala benéfica cada festival para recaudar fondos", recordaba MagoMigue, que espera volver a recuperar esa cita para el calendario del Hocus Pocus de próximas ediciones.

Por su parte, Javier González Vigil señaló que tanto los 58 niños que están acogidos en Aldeas Infantiles como los 120 con los que trabajan en labores de prevención funcionando como un centro de día, acuden como espectadores invitados por el Hocus Pocus tanto la gala que se celebró ayer como a otras citas del programa. Además, el domingo por la mañana se celebrará una gala dedicada a la ONG en el Teatro Isabel la Católica: Me lo paso pompa. "Para muchos de los niños se trata del primer espectáculo que ven en su vida, y no sólo de magia", precisó el director de Aldeas Infantiles.

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