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Human Requiem, una experiencia distinta con sello berlinés

Se recomienda asistir con ropa y calzado cómodo porque el espectáculo de esta noche en Carlos V no es nada convencional. Las sillas del palacio desaparecerán para albergar el Human Requiem, una producción del Rundfunkchor Berlin donde el público interactuará con los artistas sin barreras, sin normas, dejándose llevar por sentimientos y sensaciones a partir de la música de Brahms. El suelo va a estar cubierto con cojines y alfombras porque es probable que algún espectador desee sentarse o incluso tumbarse para sentir más, como le ocurrió al director de nuestro Festival, Diego Martínez, cuando vio este espectáculo en Berlín. "Rápidamente quise traerlo a Granada, fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida", comentó ayer en rueda de prensa.

La idea es de Jochen Sandig, la dramaturgia y coreografía están a cargo de Sasha Waltz. Artistas y público interactuarán bajo el círculo estrellado del palacio de Carlos V mientras suena la Versión Londres del Requiem alemán de Brahms con solistas, coro mixto y piano a cuatro manos. La soprano será Iwona Sobotka, el bajo Konrad Jamot y al piano estarán Markus Hadulla y Philip Mayers. "Será una especie de catarsis colectiva pensada para alcanzar otro estado espiritual e incluso para que los vivos afrontemos la muerte de otra manera", explicó ayer Jochen Sandig.

La experiencia es muy íntima y depende del momento que cada uno esté atravesando. Mientras hay personas que se les saltan las lágrimas, otros casi lloran de alegría "o nos dicen que los ha visitado un ángel", afirmó Sandig. "No se trata de hablar de religión sino de espiritualidad, de afrontar esas preguntas eternas. Esta obra puede ser igualmente entendida por personas de todas las creencias, también por aquellos que no creen en nada. Es una fiesta de la vida".

Producido por el coro de la Radio de Berlín, es la primera vez que esta propuesta viene a España. Contará con más de sesenta artistas y la participación de alumnos del Conservatorio Reina Sofía de Granada. Estrenada en Berlín en febrero de 2012, Human Requiem ha pasado también por París y ha llevado a cabo una gira internacional.

Los artistas se mostraban ayer emocionados por actuar en Carlos V. Ellos mismos lo eligieron entre distintas opciones escénicas ofrecidas por el Festival tras una visita el pasado mes de noviembre. "Al tratarse de un lugar abierto y no de un teatro convencional contribuirá a este baño de emociones donde la posición de los cantantes del coro y de los solistas no es fija, cambia en función de su protagonismo y carácter teatral".

En definitiva, un forma diferente de escuchar un Requiem que según el director del coro, Gijs Leenaars " no ha sido pensado para conmemorar la muerte, sino para los que vamos a morir". "Cuando compuso la música, Brahms intentaba encontrar respuestas a por qué vivimos o sobre la muerte, las buscó en la Biblia".

Con su sello profundamente berlinés, Human Réquiem es una propuesta tan poco convencional que tampoco se esperan aplausos. Además, la responsabilidad de que todo salga bien no recae solamente en los artistas. "Del público y sus reacciones también depende el buen desarrollo del concierto", comentó Leenaars, de origen holandés. "Para mí es importante que actuemos en Carlos V porque fue este emperador quien dividió Alemania en dos religiones. Nosotros hemos querido imprimir a Human Réquiem un sentido espiritual que no representa la religión desde el sentido clásico, sino desde el punto de vista de toda la humanidad".

No quedan entradas para esta producción del Rundfunkchor Berlin en colaboración con Sasha Waltz y Radialsystem V, una innovadora sala de arte berlinesa. El Coro de la Radio de Berlín fue fundado en 1925 y esta temporada ha dado la bienvenida a su nuevo director, el holandés Gijs Leenaars. Ha conseguido el Grammy Award en 2008, 2009 y 2011 y frecuenta los festivales y salas de concierto más prestigiosos de Europa. En Berlín, el coro trabaja continuamente con la Filarmónica de Berlín o la Orquesta Sinfónica de Alemania, entre otras formaciones. También con directores de la talla de Daniel Barenboim. Se caracteriza por una gran versatilidad y por el placer de experimentar, además de por su calidad artística.

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