Un grupo de profesores del Conservatorio que, al juntarse, son 'infieles' a los Beethoven o Mozart. Se trata de la compañía Ibertango, que esta noche actúa en el Teatro Isabel la Católica para hacer un repaso a la historia del XX Festival Internacional de Tango de Granada. ¿El título? 20 años es una historia.

Ibertango nació hace dos años como 'laboratorio musical' de dos profesores del Conservatorio Superior Victoria Eugenia, el pianista Francisco Moya y la guitarrista Gloria Medina. A ellos se unieron el violinista de la OCG Germán Clavijo; el también músico y contrabajista de la OCG Frano Kakarigi; y el bandoneista argentino Orlando Dibelo, "una figura mundial a nivel de tango". Tres parejas profesionales de baile y los cantantes Patricia Nora y Tacho Soler completan la formación. "Hemos seleccionado un tema emblemático por cada edición del festival", adelanta Gloria Medina. En resumen, un repaso por las tres manifestaciones del género: el tango-instrumental, el tango-canción y el tango-danza.

Pero el homenaje patrocinado y producido por CajaGranada no se queda ahí y se proyectarán una serie de imágenes emblemáticas de todos los festivales. Entre otros pasajes, Ibertango abordará Los mareados de Cobián, Fuego lento de Horacio Salgán, La yumba de Osvaldo Pugliese, Café 1930 de Piazzola, el inevitable recuerdo a Gardel con Por una cabeza... "Es un espectáculo muy dinámico donde hemos intentado que el protagonismo se reparta entre los instrumentistas, los cantantes y los bailarines", resalta Medina.

En cuanto a la vertiente arrabalera de los profesionales de la música clásica, Medina sostiene que "un artista nunca pierde la atracción y la inquietud de conocer otras músicas". Eso sí, su devoción parte de Piazzola, un músico cuya obra se estudia en los conservatorios de música más elitistas. "Para los clásicos, Piazzola es un emblema y sus tangos, endiablados y difíciles, se trabajan mucho en el mundo del clásico".