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"En India existen dos religiones: el cine y el cricket"

  • El cineasta indio, jurado en Cines del Sur, revolucionó su país con una película

Raj Kumar Gupta, salvando las distancias, creó tanto revuelo en su país con No one killed Jessica como Pilar Miró en España con El crimen de Cuenca. Filmó la historia de una joven asesinada a manos del hijo de un político y consiguió que reabrieran el caso. Ahora el criminal está entre rejas y él se ha convertido en uno de los cineastas más influyentes de India. Kumar Gupta es uno de los miembros del jurado de Cines del Sur, que esta mañana da a conocer el palmarés de esta edición. "La industria india es la que realiza más películas en el mundo", explica para envidia de los productores españoles.

-Con 'No one killed Jessica' consiguió crear una nueva jurisprudencia en India y revolucionó el periodismo. ¿Cómo fue este proceso? ¿Por qué conmocionó esta película?

-La película estaba basada en hechos reales y estoy convencido de que fue un caso muy importante. Cinematográficamente está protagonizada por dos mujeres, algo que en principio no esperaba que fuera muy bien recibido por el público indio, pero esta película rompió con ese mito de que una película solo con mujeres no funciona en India. Me llenó de satisfacción llevar al cine un caso tan importante y que además tuviera éxito. Por un lado reaccionaron los medios de comunicación, que actuaron como el cuarto poder, como un catalizador de un descontento que lanzó muchas cuestiones al aire que recogió la sociedad civil. La historia se inicia con una chica que es asesinada a la puerta de un bar, delante de 300 personas, porque se niega a aceptar la invitación a una copa de un chico. ¿Quién es este chico? Pues el hijo de un político muy importante en Nueva Delhi. La familia de la víctima decidió llevar el caso a los tribunales pero quedó libre por las influencias del asesino. Pero los medios sacaron el tema a la luz y se inició un debate. Comenzó a haber protestas pacíficas en la calle, a veces simplemente poniendo velas en la calle, y cada vez más gente se sensibilizó con este tema y se consiguió reabrir el caso. Se le juzgó de nuevo y finalmente se condenó al asesino.

-¿El cine es tan importante en su país que es capaz de cambiar cosas tan inamovibles como el Derecho?

-La película no cambió ninguna ley, aunque sí ayudó a resolver el caso y de alguna manera sentó jurisprudencia. No estoy seguro de que el cine pueda cambiar las cosas por completo, pero el cine y cualquier medio audiovisual puede conseguir sacar a la luz cosas que están pasando, escándalos, injusticias... Estoy convencido de que el cine sirve para dar luz a ciertas cuestiones.

-El cine es para la mayoría un método de evasión de sus miserias diarias. ¿El cine indio más comprometido y más social es visto sobre todo por la clase media de su país y la clase baja prefiere un cine más amable?

-El cine es una combinación de todo eso que dice. Es verdad que una parte del cine es entretenimiento, pero también representa la vida real. No hay que olvidar que India tiene una de las industrias cinematográficas más importantes del mundo, quizás la más importante. A veces podemos hablar del cine dependiendo del género, que va a determinar el público que va a tener la película.

-India va al revés del mundo y en lugar de exportar películas norteamericanas hace remakes de estas cintas con sus medios y sus actores. ¿Tener más de mil millones de habitantes les permite hacer un cine interno, de consumo propio?

-Es cierto que hay muchas películas estadounidenses que han sido versioneadas , pero no tanto como se piensa en Occidente. Hay sobre todo un cine que hunde sus raíces en India, que aporta sus propias ideas. La industria india es la que produce más películas en el mundo. En mi país hay dos religiones: el cine y el cricket.

-¿Qué presupuestos maneja en sus películas? ¿Cómo consigue financiación?

-Mi primera película, Aamir, tuvo un presupuesto muy bajo en el contexto de mis país, unos 200.000 dólares. La segunda tuvo un presupuesto mayor, sobre dos millones de dólares, lo que es un presupuesto medio-bajo. Para hacer una película en condiciones el presupuesto suele ser de tres o cuatro millones de dólares. Para financiarlas hay muchas productoras porque el cine es una industria muy importante en mi país.

-En España existe un viejo debate sobre si las películas deben estar subvencionadas por el Estado. ¿Pasa igual en India?

-La verdad es que la aportación del gobierno al cine es casi nula, es irrelevante. La industria cinematográfica es autosuficiente. Puede haber alguna pequeña subvención pero requiere tantos trámites que la mayoría de los directores ni la piden.

-¿Qué presupuesto puede tener una gran película de Bollywood?

-Depende de la magnitud del proyecto, una película media de Bollywood puede costar entre seis y ocho millones de dólares. En mi caso, con No one killed Jessica, gastamos dos millones en el rodaje y otro millón más en publicidad, pero recaudamos cerca de 10 millones. Nos ha ido bien.

-Algunos críticos comparan su cine con el de Scorsese. ¿Cuáles son sus referentes europeos y americanos?

-Influencias no le doy ninguna concreta porque no veo muchas películas, aunque es tan simple como que me gustan y me influyen las buenas. En Cines del Sur he tenido la oportunidad de ver muchas películas como miembro del jurado y por eso espero que se consolide como una de las citas más importantes en Europa del cine de este género.

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