Ciencia hoy

Inteligencia Artificial al servicio del turista

  • La UGR crea un 'software' que permite a los turistas personalizar su visita a cualquier lugar del mundo según sus gustos, preferencias artísticas o capacidad de gasto

El dicho de Todos los caminos llevan a Roma podría cobrar un nuevo sentido gracias a un proyecto de la Universidad de Granada denominado SAMAP (Sistema Adaptativo Multi-Agente de Planificación). Se trata de un software informático que permite a los turistas personalizar sus visitas según sus gustos. Por ahora, la idea -recién nacida- sólo contiene en su base de datos la ciudad de Valencia a modo de prueba. En un futuro podrán estar 'fichados' todos los lugares del mundo, empezando por Granada, lugar que los investigadores esperan sea la primera ciudad en la que se aplique este proyecto, para lo cual están buscando el apoyo del Ayuntamiento y de Diputación.

El objetivo, para Luis Castillo Vidal, ingeniero informático de la UGR y uno de los autores, es "ofrecer un valor añadido al servicio del turista y olvidar las visitas enlatadas con todo fijo que no tienen en cuenta ni la edad, ni la capacidad física ni el dinero con que cuenta el posible cliente". Si a alguien le apetece comer a las doce del mediodía en una ciudad desconocida, sólo tiene que decirlo para recibir consejo profesional.

Gracias a la Inteligencia Artificial el turista puede programar una visita a su medida, en la que entran en juego factores "como una posible minusvalía o el poco dinero con el que suelen contar los estudiantes a los que les gusta viajar". El sistema es capaz de tomar decisiones por él y plantearle una recomendación que puede ser sustituida automáticamente.

A las capacidades de memoria y ejecución rápida de los ordenadores se le suman facultades tan humanas como el sentido común, la intuición o la imaginación. Mediante esta técnica, "se dota a los ordenadores de habilidades para resolver cuestiones que en un principio sólo los humanos pueden solucionar".

Un ejemplo. Si alguien decide, siguiendo las indicaciones del programa, visitar un monumento pero al llegar a la puerta se da cuenta de que la cola de gente que espera para entrar es inmensa, puede cambiar rápidamente el itinerario.

En este sentido, cuenta el informático, "está dirigido a dos tipos de clientes. Los usuarios más exigentes, quienes a través de su telefóno móvil o GPS van siguiendo al instante las indicaciones del programa con la posibilidad de interrumpirlo si a medio camino prefiere pararse a comer. Y los usuarios a quienes, tras ofrecerle el plan se lo imprime por ejemplo en el hall del hotel en el que esté alojado y se lleva la hoja... quien sólo podría seguir la recomendación primera".

Para hacerlo, los usuarios sólo deben disponer de un acceso a internet, bien desde un ordenador, a través de un teléfono móvil, o una PDA desde donde dirigirse a una web en la que definir sus gustos y necesidades, preferencias artísticas, culturales y gastronómicas, su ritmo de vida y sus horarios preferidos, si tienen movilidad restringida o su capacidad de gasto... "El software contrasta esos requisitos con la información de una base de datos turística ofreciéndole una planificación inteligente", explica Castillo.

En el proyecto, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia, participan investigadores no sólo de la Universidad de Granada. También trabajan en él la Politécnica de Valencia, la UNED (Universidad Nacional de Educación a distancia), la Carlos III de Madrid y el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC.

El investigador explica que la tecnología desarrollada en la elaboración del prototipo ha comenzado a transferirse a una spin off de la UGR denominada IActive Intelligent Solutions (www.iactive.es) para su posible comercialización, "que es nuestra última finalidad".

Cuando sea posible, cualquier actividad de ocio de cualquier lugar del mundo podría dejar de tener secretos para los turistas. Espectáculos, museos, lugares al aire libre, restaurantes... a la carta.

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