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"Intento cantar con la guitarra"

  • El tocaor granadino acompaña a Enrique Morente y prepara el disco 'Mujeres de un solo hombre'

El joven tocaor de la saga Habichuela se encuentra preparando su primer espectáculo en solitario Mujeres de un solo hombre que girará por toda España. Todas las miradas se están centrando en él. Juan Habichuela Nieto, tercero en la línea sucesoria de la dinastía de Los Habichuela, nieto directo del maestro Juan, sobrino por tanto de Pepe, Luis y Carlos Habichuela, es hijo a la vez de bailaora y tocaor. Desde pequeño ha interiorizado los sones flamencos en el seno familiar y posee genéticamente hablando todo lo mejor del ADN 'Habichuela'. Añadamos a ello el tesón y disciplina que este joven tocaor se impone con una jornada laboral de ocho horas de estudio diarias y concluiremos diciendo que el arte se posee pero se engrandece a fuerza de trabajo. Juan está llamado a sentarse en los tronos más altos de la corona del toque flamenco.

-Lo mismo que los médicos y abogados tienen hijos que suelen continuar la vocación paterna, en su caso parece repetirse la historia.

-Sí, efectivamente, en mi casa el flamenco se ha vivido desde siempre, ha estado muy presente, y he crecido escuchando en directo a los mejores, así que todo me ha llevado a escoger mi carrera.

-Una carrera que no se improvisa porque, ¿el arte se tiene o se aprende?

-Tienes que nacer, pero luego, y especialmente con la competencia que hay hoy día, que todo el mundo quiere ser el mejor, tienes que trabajar mucho, que estudiar mucho para poder hacerte un hueco, y sobre todo sonar a ti mismo.

-¿Usted le dedica mucho tiempo a la guitarra?

-Pues como un trabajo, las ocho horas diarias no me las quita nadie. Hubo una temporada que podía echar perfectamente diez y doce horas, porque estuve convaleciente de un problema en una pierna, y me pasaba las horas en mi habitación, escuchando, componiendo, estudiando, probando falsetas… mi padre me ha puesto muchos ejercicios de guitarra, fue el que me introdujo en el mundo del toque, y luego me abuelo Juan ya ha sido fundamental.

-Cuántos quisieran tener un maestro como Juan Habichuela a su lado...

-Sí, la verdad que es una suerte, si todo el mundo dice que es el mejor acompañante que ha habido, se lo ha ganado a pulso, porque conoce todos los estilos, y sabe acompañar como nadie. Aparte de que sea mi abuelo, le tengo un respeto y una admiración muy grande, él me ha enseñado mucho, me ha dado grandes consejos, me decía que había que estar siempre cinco centímetros detrás del cantaor, ver como respira, para darle los tonos a tiempo, porque si no descuadramos los dos, el guitarrista tiene que saber dar cada tono a tiempo.

-¿Y al final las culpas son siempre para el guitarrista?

-Eso es verdad (risas), los cantaores siempre culpan al guitarrista.

-¿Cuál es el sello de los Habichuela?

-Los Habichuela están enamorados del cante, y eso lo transmiten a través de la guitarra, ese amor por el cante se nota en su forma de tocar, de acompañar, sus guitarras cantan.

-¿En qué se encuentra trabajando ahora?

-Mi próximo trabajo se llama Mujeres de un solo hombre y reivindica a las mujeres en el mundo del flamenco, desde el punto de vista musical y también que sin ellas no estaríamos en el mundo. Llevo una percusionista, dos cantaoras... Las mujeres quieras o no quieras son las que nos educan, nuestras madres, por ejemplo, y en el mundo del flamenco no está bien reivindicado su papel. A mí mi madre me ha dado la vida, mi padre me ha enseñado a nivel artístico y personal, pero la educación ha sido de mi madre mi madre y a nivel artístico.

-Todos los artistas se ponen metas, usted parece ser que ha empezado por donde otros, muy pocos, terminan… Me refiero acompañar a figuras de la talla de Enrique Morente.

-Es verdad. Imagínese lo que supone para mí estar al lado de el último gran maestro que nos queda, el gran genio… Para mí es una experiencia muy grande que supone tener que ponerme las pilas, encerrarme muchas horas como te decía antes para estar a la altura.

-¿Se siente más a gusto de acompañante o de solista?

-Últimamente me dedico más a dar conciertos de guitarra solista. La responsabilidad es grande cuando tienes que enfrentarte tú solo al público, pero también los errores los cometes tú solo, en cambio cuando estás al lado de alguien como Enrique es un cúmulo de cosas que tienes que estar pendiente para llevarlo bien, si tienes un fallo le puedes repercutir negativamente.

-Una pregunta tópica, ¿qué busca en su guitarra?

-Yo intento cantar con la guitarra más que todo, porque la técnica la adquieres con el estudio, pero la transmisión es algo que no sabría explicar, trasmitir de corazón lo que sientas y lo que me gusta a mí tocar es lo que me va pasando día a día. Llevar esas experiencias a las cuerdas.

-¿Qué cree usted que le hace más daño al flamenco?

-La verdad es que como decía mi abuelo hay mas mentirosos que embusteros que es lo mismo (risa)… Le sobra mentira, que deberían olvidarse de las tonterías y las 'modernuras' y sonar flamencos, que eso es algo que tienes que nacer, sonar flamenco es muy difícil.

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