Iratxo es, además del nombre que recibe un duende en la mitología vasca, el alias de Juan Manuel Cifuentes, que igualmente extiende el apelativo a su grupo de acompañamiento. En Iratxo todo es peculiar y nada es lo que parece.

Sevillano afincado en el barrio madrileño de Lavapiés, vivió en Navarra, donde comenzó a utilizar su apodo, y desde 2008 ha publicado cuatro álbumes de forma autogestionada. Emparentada con la de otros grupos nacionales, como Reincidentes o Extremoduro, su música es mestiza por convencimiento y por necesidad, pues igual compone rumbas que acaban siendo reggae que escribe tangos con arreglos de jazz o de heavy metal, aunque siempre sin desmarcarse del rock contestatario. En sus canciones desmenuza dilemas cotidianos por los que se cuela siempre el inconformismo, la rebeldía, la ilusión, la libertad, la conciencia y el deseo. Desde que debutara con "De donde el Aire da la Vuelta, Iratxo ha ido ganando terreno mediante la táctica de la guerra de guerrillas, paso a paso pero firmemente. En seis años puede presumir de haberse pateado prácticamente todas las ciudades del país, y la mayoría de los festivales, de haber autoproducido sus cuatro discos, de haber vendido más de 7.000 copias en soporte tradicional y de haber alcanzado las doscientas mil descargas desde su propio espacio web. En esa línea de verso libre dentro de un poema sin rima, más bien de prosa poética loca y cuerda al mismo tiempo, ahora viene a Granada a presentar su trabajo más reciente, el álbum Amor y otras Guerras, publicado en 2012. Y lo hace de un modo peculiar. Para empezar, se presenta solo, sin más banda de acompañamiento que su guitarra y su voz, con las canciones desnudas aunque sin perder su carácter mestizo, sin dejar de sonar a rock y a ska al mismo tiempo; pero además lo hace en un lugar atípico, y es que transmutado en cantautor, se atreve a presentarlo en el santuario de los cantautores, La Tertulia. Será esta noche a partir de las diez y aunque en el disco hay colaboraciones de indudable pedigrí rockero, como las de Kutxi Romero, de Marea, o la del mismísimo Enrique Villareal El Drogas (Barricada, Txarrena), para la ocasión Iratxo ha escogido un repertorio especial para ser cantado con más intimidad, sucudiéndose la obligación de poner al personal al bailar y poniendo el acento en su cara más intimista.