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"Izquierdo combinó como nadie el estudio y el sarcasmo"

  • El mundo del arte y de la literatura rinde homenaje al intelectual granadino en un especial que publica el domingo 'Granada Hoy' y que muestra a un 'artista total'

Los homenajes suelen ser en fechas redondas. En el caso de Francisco Izquierdo llega a los tres años de su muerte, un reflejo de la personalidad atípica del intelectual granadino. Con este motivo, Granada Hoy lanza este domingo un especial que muestra a un artista poliédrico en que participan firmas como Juan Cobos Wilkins, Rafael Guillén, Manuel Titos, Cayetano Aníbal...

-Izquierdo es para muchos un escritor pero, en su faceta de pintor, llegó a tener un gran reconocimiento. ¿Oscureció su vocación literaria otras inclinaciones?

-Es cierto. En su faceta de pintor, ya en 1956, cuando no habían nacido los postmodernistas de ahora, ya paseaba su obra por Europa en una muestra llamada Cinco pintores andaluces y tenía como compañeros de viaje a Picasso, Nicanor Zabaleta, Vázquez Díaz, y el onubense Caballero. Además tiene obras en el Reina Sofía, en la Biblioteca Nacional, en el Ermitage de San Petesburgoý

-¿Qué claves ofrece el especial sobre su figura que publica este periódico el domingo?

-Estamos hablando de uno de los genios del siglo XX. Y era granadino. Hablo en nombre de la comisión organizadora, que llevamos dos años trabajando en este merecido homenaje. Hablo de la familia de Izquierdo, de Rafael Guillén, de Cayetano Aníbal, Miguel Carrascosa, Ladrón de Guevara, Manuel Titosý Trabajamos con una obra versátil y amplia en el campo editorial, periodístico, literario, audiovisual y artístico. Esto ha requerido un trabajo intenso con el fin de que la ciudad conozca la obra de esta persona tan importante. El filósofo Antonio Aróstegui, uno de los más profundos conocedores de la obra de Francisco Izquierdo, lo definió como un "andaluz multidimensional". Era un concepto que lo enfrentaba al concepto de 'hombre unidimensional' que se sacó de la manga Marcuse para definir al ser humano de las sociedades industrializadas. Como decía Aróstegui, a Izquierdo había que superponerle más dimensiones por su amplitud de miras y de intereses.

-¿Algún autor de los que participan han ofrecido algún punto de vista novedoso?

-Este suplemento es para mí un libro porque define muy bien a Izquierdo desde varios puntos de vista. En los Retratos de una vida intervienen Cayetano Aníbal, Pepe Lupiáñez, Juan Eslava, Antonio Enrique, Julio Alfredo Egea, Juan Cobos Wilkins, Antonio Hernández y Remedios Murillo. Hay un ramillete impresionante de amigos y conocedores de su obra. Otro apartado, El intelectual y su obra, cuenta con Rafael Guillén, que descubre al poeta, Ignacio Henares, María José de Córdoba y Manuel Titos. El tercer apartado, El fabulador en su ciudad, lo trata Miguel Carrascosa, Ruiz Molinero y Juan García Montero.

-Manuel Titos desentraña el fallido Premio Nacional de Literatura que le 'hurtaron' a Izquierdo en 1969...

-Este hombre tan llano y sencillo fue Premio Nacional de Periodismo en 1981 pero previamente obtuvo el Premio Nacional de Literatura por su obra maestra, el Apócrifo de la Alpujarra Alta. Le concedieron el premio y lo declararon desierto seis horas después por la denuncia del ganador del anterior año. Su argumento era que el libro atacaba al ejército. No había Ministerio de Cultura y el tema lo manejaba el cuñadísimo de Fraga. Pero el ejército al que atacaba, entre comillas, era al de los Reyes Católicos. Gente como el señor Ansón estaba en el jurado.

-Sabiendo que Ansón estaba en el jurado. ¿No sería un buen punto de arranque para conseguir la restitución del Premio Nacional par Francisco Izquierdo?

-Ansón le comentó, más o menos a Manuel Titos, que se armó un follón en el jurado.

-Rafael Guillén muestra el lado poético de Izquierdo, una poesía muy personal con cierta picardíaý

-Hay una serie de poemas inéditos que espero que se puedan publicar. Guillén dice de Izquierdo que tenía un universo poético de gran poderío imaginativo y sorprendente belleza léxica, un poeta con todas las mayúsculas. Izquierdo tenía un sentido sarcástico de la vida, se reía de su sombra. Combinó como nadie el humor y el sarcasmo.

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