La última edición del festival Jazz en la Costa ha sido, sin duda, un éxito rotundo. Pese a la reducción en el número de días, que han pasado de quince a seis, la celebración de este conjunto de conciertos ha cerrado rozando la ocupación total. Casi más de diez mil personas asistieron a los conciertos del programa central, los trasnoches y las actividades paralelas. Apenas unas decenas de entradas para el concierto de Tolliver & Farao quedaron sin vender. Todos los abonos se agotaron y cinco de los seis conciertos colgaron el cartel de 'sold out'. A ello debemos unir la ampliación en el aforo de tres de las actuaciones: Sanko, Hiromi y Charles Lloyd.

La procedencia del público fue de lo más variada ya que, según los organizadores, más del 70% de los asistentes provenían de fuera de la provincia granadina, llegando a vender entradas para personas de los Países Bajos o Estados Unidos.

En esta ocasión fue Charles Lloyd quien recibió la Medalla del Oro del festival, entre otros motivos, por el especial cariño que el saxofonista estadounidense ha mostrado siempre a los festivales granadinos de jazz. Como muestra de afecto, su firma quedó estampada en el Bulevar del Jazz del Parque del Majuelo.

Cabe destacar actuaciones como las del dúo creado por Hiromi y Edgar Castañeda. La fusión entre Japón y Nueva York, el piano y el arpa, no dejó indiferente a ninguno de los asistentes. La naturalidad propia de la pianista brilló a la par que la destreza del arpista, cuyas manos se movían creando arte por las treinta y cuatro cuerdas del instrumento.

El habanero Fonseca consiguió emocionar al público al grito de "¡Viva Cuba!" con su último disco, Abuc, una emocionante celebración de la tradición musical cubana de la cual disfrutaron los asistentes.

También acudió al festival el aclamado compositor y cantante Sanko, cuyo último trabajo recibió las críticas más exigentes y le hizo merecedor de su majestuosa popularidad.

Toda una serie de conciertos inolvidables durante estos días, dejando un sabor agridulce con el fin de esta nueva edición del festival. Porque, como dijo Sanko, "les aconsejo que se tomen un tiempo para sus sueños, porque sin sueños no somos nada".