Entrevista

Joan Margarit, en Granada: "La buena poesía es lo más indestructible que existe"

  • El poeta ha presentado su poemario 'Misteriosamente feliz' en la capital granadina.

El poeta Joan Margarit aborda, tras reflejar el dolor y el consuelo en sus dos últimas obras, el acercamiento a la felicidad en su último poemario -"Misteriosamente feliz"-, un texto que presenta hoy en Granada y en el que demuestra, como él afirma, que "la buena poesía es lo más indestructible".

En una entrevista concedida a Efe, Margarit, Premio Nacional de Poesía en 2008, ha indicado que "la buena poesía sobrevive, la cuide el país o no" y que "el poeta está más que pagado por el don de poder escribirla".

Margarit ha vuelto a insistir en su idea de originalidad: "Yo concibo la historia de la poesía como un gran friso donde cada poeta ha aportado unas cuantas pinceladas; pensar que con tu pincelada vas a empezar de nuevo el friso me parece un exceso de soberbia".

En este sentido, el poeta declara que "ser original quiere decir 'en mí comienza el mundo', pero lo que cada artista aporta es un matiz sobre las mismas cosas, que cada generación ve de un modo distinto", ha explicado.

"Si no sabemos ver el matiz, el arte no importa para nada", ha señalado el autor, quien con "Misteriosamente feliz" cierra una trilogía que iniciaba "Cálculo de estructuras", en la que profundizaba en el tema del dolor, y que continuaba "Casa de misericordia", donde trató la posibilidad de consuelo.

El poeta deja claro su visión de esta trilogía, al asegurar que "no se puede buscar la felicidad a partir de ponerte una máscara, del engaño de que no existe la muerte o el dolor" y ha recordado que "aún cuando hable de la muerte, la poesía siempre está a favor de la vida".

Catedrático de Estructuras de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona y autor de una amplia obra poética, sigue defendiendo el aprendizaje permanente del poeta, al que compara con un músico, quien, según ha comentado "muere haciendo escalas, al igual que el poeta muere haciendo escalas de literatura".

A sus 71 años confiesa que la poesía nunca le ha quitado "nada", aunque admite que sí le ha exigido "fidelidad", y rechaza la posibilidad de escribir sus memorias, pues el recuerdo, ha argumentado, "tiene un gran porcentaje de falsedades".

"Es (el recuerdo) como un iceberg; asoma la punta, parece que aquello es lo que pasó, pero no ves la enorme parte de aquel recuerdo que está sumergida", ha detallado.

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