La Fundación Borau ya es una realidad. Su presentación oficial tuvo lugar en el marco de la Seminci de Valladolid, a donde acudió el director zaragozano junto a la actriz Iciar Bollain, una de las vocales del patronato. La sede se sitúa en la madrileña calle de San Telmo, y entre sus actividades figuran becas de apoyo a jóvenes talentos del cine, que serán invitados durante un año a la Residencia de Estudiantes de Madrid.

José Luis Borau cumplirá ochenta años el próximo. Pero se siente joven, muy joven. Porque conserva intacta las ilusiones. "Sin ilusiones no se puede andar", señaló. Consciente de que no tiene herederos, en su día decidió donar todo su legado, miles de libros, documentos, carteles, fotografía, guiones, cartas y materiales relacionados con el último siglo del cine español a una fundación que llevase su nombre, y que permitiese su acceso a todos los estudiosos que lo desearan.

Así nació Fundación Borau, con un sencillo logotipo verde ideado por Cruz Novillo, con la B del apellido como única letra mayúscula, dirigida Ana Arrieta, y con José Luis García Delgado, Marcos Giralt Torrente e Iciar Bollain como patronos, a los que se sumará en enero Rosa Vergés. "En España es muy difícil ganar dinero, pero darlo más aún", declaró José Luis Borau con ironía, aludiendo a las dificultades burocráticas para dar viabilidad al proyecto. A partir de ahora inicia su velocidad de crucero. Con cuatro becados. La valenciana Gemma Gil, alumna de la Escuela de Cinematografía de la ECAM madrileña; el malagueño José Luis Linares Sáez, alumno de la ESCAC en la especialidad de guión; el colombiano Mario Esteban Castaño, para su proyecto 'Virgen exótica: leyendas del Amazonas', y el argentino Juan Martín Hsu, para su proyecto 'Balneario la Salada', procedente de la Fundación para la Investigación del Audiovisual.

Un José Luis Borau pletórico confesó que "lo que más alegría puede dar en la vida, o una de las mayores alegrías, es la de dar y compartir".