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Jugando con los sonidos

  • La banda granadina Elastic Band estrena 'MooD', un disco que reafirma el lugar preferente que ocupa en la música de este país.

Elastic Band. Pop. Chesapik. 2011.

Han cambiado de discográfica, de agencia de management y hasta de formación. Han aparcado de sus nuevas canciones la mandolina, que se había convertido prácticamente en una seña de identidad de la banda; y han llevado hasta el extremo sus ganas de jugar y experimentar con los sonidos. La vuelta de Elastic Band no ha podido ser más contundente. Y es que después de ponerse en el punto de mira de toda la escena independiente nacional con su precioso álbum de debut, Boogie Beach Days (Rock On Music, 2008), a los granadinos les tocaba reafirmar sus intenciones y gritarlas a los cuatro vientos.

MooD (Chesapik, 2011) reúne gran parte de lo que es Elastic Band. Sin una historia cerrada que contar, el disco propone una sucesión de estampas que se van paseando con libertad por el pop, el rock, el hip hop o incluso el reggae con un fuerte peso de los sonidos electrónicos más 'ochenteros'.

"Si Boogie Beach Days era un disco muy ecléctico, MooD lo es aún más. Básicamente, el concepto de este álbum pasaba por mezclar géneros que no terminan de ser serios, o que son un tanto kitsch, con otros que sí son serios. El tema de la variedad en la música me gusta y es algo que sale de una forma espontánea al empezar a mezclar cosas y saltar de un lado a otro", explica Pablo Román, el alma de Elastic Band, que defiende lo bien que pueden convivir en un tema distintos estilos: "Todo lo que hacemos está condicionado por lo que nos pasa y por la música que escuchamos. ¿Por qué centrarse tan solo en garage o en pop teniendo tantas posibilidades y tanta información musical a nuestro alcance?".

Aunque buena parte de las canciones de MooD empezaron a gestarse nada más ver la luz su anterior disco, han pasado más de tres años hasta que han terminado de encontrar su forma. Grabado en casa "con muy poca inversión, por no decir ninguna", la producción del álbum a cargo de ellos mismos ha supuesto un paso de gigantes para la banda, ya que han llevado hasta el límite su capacidad de autocrítica sin renunciar en ningún instante a dar rienda suelta a la creatividad sin ningún patrón establecido.

"Para este disco nosotros mismos nos habíamos puesto el listón bastante alto. Al principio, como partes de cero, todo es una sorpresa. Con el segundo se analiza todo más. Es cierto que tenemos algo ganado, pero también te miran con lupa y todo el mundo se vuelve más exigente", apunta Román.

La llegada de María Sánchez (Monalisa) a la banda tras la marcha de Daniel Díaz ha marcado decisivamente las canciones de este disco ya que, según cuenta Román, "además de ser muy buena bajista, ha participado de una forma muy activa en todos los arreglos de los temas como coproductora".

Y es que en estos años la banda había tenido tiempo de acumular unas cuarenta o cincuenta canciones sobre las que fueron trabajando, aprovechando algunos sonidos y desechando otros, hasta dar con las once elegidas para MooD. De la rotunda energía con que comienza todo con Giving advice a las divertidas Ay mama!!! o Right to you sin perder de vista la dulzura y la tranquilidad de los tiempos menos acelerados de Trust her o The way she move me.

Son sonidos todos de una ciudad nocturna y festiva, que invitan a olvidarse de las normas para disfrutar y bailar con libertad y que ofrecen una lectura diferente a cualquier sonido que antes se había dado por conocido.

Quienes hayan escuchado MooD habrán notado que tan solo aparece una mandolina acústica en todo el recorrido del álbum , algo que responde a la idea que la banda tenía clara desde el principio de no estar condicionados por nada ni por ningún instrumento. "Queríamos que todos los arreglos favoreciesen a la canción y si había que quitar cosas como la mandolina, iban a ir directamente fuera. Hay tentaciones para hacer arreglos infinitos con samplers y efectos electrónicos con el ordenador, pero ése no era nuestro objetivo... Como banda queremos buscar nuevos sonidos y experimentar con formas estéticas y expresivas de hacer música. Si en Boogie Beach Days las canciones eran llamadas de atención continuas, en MooD todo está más al servicio de las canciones. En este tiempo hemos crecido como músicos y podemos abordar las canciones de otra manera", confiesa Pablo Román.

Para llegar a ese punto de madurez musical, reconoce que se han tenido que quitar de encima "ciertos prejuicios", sobre todo los referentes a la música de los años 80, que han estudiado y escuchado hasta la saciedad y donde han encontrado recursos "muy interesantes".

Aunque la gira de MooD arrancará el próximo 13 de enero en Bilbao, Granada tendrá que esperar hasta el 17 de febrero para ver a Elastic Band en directo. La cita será en la sala Planta Baja con Sánchez con el bajo y los teclados; Román con la guitarra eléctrica y la mandolina -recuperada para los temas del primer disco- y Jose Uribe (Eskorzo, Matilda...) a la batería, el formato de trío con el que vienen girando en los últimos tiempos. Su propuesta en vivo, capaz de enganchar a la primera a quien la escucha, parte de una nueva forma de entender la música basada en la improvisación sobre las propias canciones y la interactuación con los samplers y las bases grabadas para crear una experiencia única y diferente en cada actuación.

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