La electrónica era "algo que tenía que llegar algún día" a la Kinky Beat pero no ha sido ahora, con Karate Beat, cuando la banda catalana ha pegado el salto definitivo a los ritmos de baile más potentes y ha descubierto todo un universo lleno de samples. Con la gira de su tercer álbum recién iniciada, la Kinky Beat al completo estará esta noche en directo en la sala El Tren para ofrecer un concierto donde se podrán escuchar la mayor parte de los trece nuevos temas del disco junto a un repaso por los sonidos de fusión y mestizaje característicos de la banda.

"Nos ha pasado con la electrónica como nos pasó hace tiempo con el reggae, lo que antes eran guiños han terminado por tomar protagonismo en las canciones", explica Miriam Matahary, la voz femenina de una banda en la que la parte instrumental corre a cargo de Willy Fuego (guitarra y voz), Manel y Chalart 58 (batería y percusiones), Rude Man (máquinas) y Hernán (bajo).

Grabado en su propio local de ensayo y Sierra Wave Studios con el productor Dive Diboso (7notas 7 colores), Karate Beat ha sido autoproducido por la banda como una forma "alternativa y auténtica" de enfrentarse a la música: "La Kinky Beat está en un punto en el que nadie conoce mejor que nosotros mismos nuestra música. Tenemos respeto por lo que hacemos y muchas ganas".