Más de veinte años contemplan a MClan desde que en 1995 viajaran de Murcia a Memphis, Tennessee, para grabar con el sello DRO-Warner Un buen momento, su álbum de debut. Desde entonces la banda ha evolucionado, ha sufrido cambios, deserciones e incorporaciones y algunos giros estilísticos, siempre dentro de los márgenes del rock más clásico de vocación sureña, y ha demostrado ser una de las formaciones más sólidas del panorama nacional. Su rock de esencias setenteras se ha enriquecido con guiños al country, al blues o al soul, escorándose unas veces hacia el rock más duro y otras hacia el más acústico, un formato en el que la voz desgarrada de Carlos Tarque y los arreglos esplendorosos de Ricardo Ruipérez a la guitarra brillan con especial fulgor. Es precisamente con este escueto formato de dúo a voz y guitarra acústica con el que acuden mañana jueves a estrenarse en la nueva sala Prince con una gira que han llamado convenientemente Desarmados, pues la afrontan sin el equipo de combate habitual que conforma la banda completa con todo el equipamiento. La voz solitaria de Tarque en íntima relación con los acordes de la acústica de Ruipérez les bastarán para dar un repaso a las canciones más populares que han llevado a las listas de éxitos durante estos veinte años largos. Temas como Llamando a la Tierra, Carolina, Quédate a dormir,Maggie Mae, Perdido en la ciudad o Usar y tirar, entre otras muchas, adquirirán una nueva forma, una vestimenta distinta a la que mostraron hace un año en su última visita a Granada, cuando concluían en el Auditorio Manuel de Falla, como parte del ciclo Los Especiales de Alhambra & Cía, la gira que celebraba sus veinte años sobre las tablas y la publicación del disco en directo Dos noches en el Price, con el que conmemoraron la efeméride y cerraban una etapa de su carrera. Si entonces mostraron un momento de forma envidiable, ahora vuelven con este formato reducido que tan bien les sienta a dejar claro de lo que son capaces.