Concierto Sinfónico VII. Obras: Joseph Haydn, oratorio Las estaciones Hob. XXI:3. Coro de la Orquesta Ciudad de Granada (Daniel Mestre, dir.) Orfeó Català (Josep Vila, director) Orquesta Ciudad de Granada. Director: Salvador Mas. Lugar y fecha: Palacio de Congresos, 29 de enero de 2010.

Salvador Mas, al frente del Coro y Orquesta Ciudad de Granada, interpretó una magnífica versión del oratorio Las estaciones de Joseph Haydn. Para la ocasión contó con la colaboración de los solistas Julia Sophie Wagner, Szablcs Brickner y Markus Volpert, además de con el refuerzo del Orfeó Català en las partes corales.

La interpretación de una obra como Las estaciones de Haydn es una carrera de fondo para todos sus intérpretes. La obra refleja un momento de madurez compositiva en la carrera de Haydn, y recoge no sólo los principales elementos de su lenguaje creativo, sino también la concepción ética y artística de un autor que en sus últimos años de vida mira hacia atrás con sosegada clarividencia. Así, se podría ver en esta partitura una doble dificultad: por un lado, la puramente técnica, pues está cargada de pasajes complicados tanto para los intérpretes instrumentales como para los vocales; por otra parte, una dificultad añadida es mantener la tensión y coherencia de su discurso a través de una partitura extensa y de considerable profundidad semántica.

Vistas las dificultades, hay que reconocer el genio de Salvador Mas como director; tras la magistral interpretación que nos ofreció pudimos intuir un cuidadoso trabajo en aspectos como la articulación del texto, la obtención del correcto balance entre las partes vocales y las instrumentales o en el diseño limpio y perfilado de los elementos motívicos, tanto de los principales y más evidentes como de aquellas pinceladas de color más sutiles. Mas es el director maduro que está conduciendo a nuestra orquesta y coro hacia un segundo momento de esplendor, acompañando el trabajo serio con el entusiasmo por la realización de interpretaciones con calidad y significado. Analizando por partes los distintos componentes, en primer lugar habría que destacar la impecable labor de la OCG, que en esta ocasión sonó equilibrada, timbrada y empastada en todos los niveles. A ello hay que unir un coro que día a día demuestra ser cada vez más profesional; con considerable esfuerzo defendió una obra en la que más del cincuenta por cierto de la música requiere de su participación. La agilidad de las voces, su timbre cada vez más homogéneo, su cuidado por la pronunciación y la conexión expresiva con el director elevaron su participación a las más altas cotas de calidad. Así, desde el coro inicial Kimm, holder Lenz! Pudimos disfrutar de su rotundidad y presencia escénica; cabe destacar también en este sentido el coro final del Verano Ach, das Ungewitter naht! y los coros de campesinos del Otoño, con la deliciosa oda al vino Juhe, der Wein ist da. En el apartado solista hay que comentar también el equilibrio existente entre los tres solistas, cuyo papel es igualmente importante en la obra. La soprano Julia Sophie Wagner nos cautivó con su voz de belleza y claridad extremas; su riqueza en armónicos y su elegancia interpretativa convirtieron cada una de sus intervenciones en un placer para los sentidos. Destacaría quizás el aria Welche Labung für die Sinne! del Verano, o la canción Ein Mädchen, das auf Ehre hielt del Invierno. También fue interesante el papel del tenor Szablcs Brickner como Lukas; con una voz timbrada y de un color muy adecuado para este tipo de repertorio, tuvo varios momentos de esplendor, como fue el aria del Invierno Hier steht der Wandrer nun. Por su parte, el barítono Markus Volpert ofreció un correcto complemento al trío solista, si bien su voz no estuvo a la altura de sus compañeros ni en potencia ni en brillantez.

Tras tres horas de intensa interpretación, Salvador Mas y todo el elenco de artistas recibieron la profusa y prolongada ovación de un público satisfecho y consciente de haber asistido a un gran concierto.