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Memorias musicales de un 'mod' español

  • Álex Cooper recopila en 'Club 45 again' sus 'singles' favoritos del año 63 al 69

Álex Cooper, a punto de pinchar en vinilo tras la presentación de su libro.

Álex Cooper, a punto de pinchar en vinilo tras la presentación de su libro. / carlos gil

"No quiero ser como los demás, por eso soy un mod". Es el protagonista de la celebrada película Quadrophenia quien escupe semejante frase, pero es un Alejandro Díez Garín preadolescente quien la asume como una de sus máximas vitales en cuanto la escucha sentado en la butaca del cine. El ex cantante de Los Flechazos no necesita devorar más filmes del estilo para saber más sobre esa subcultura nacida en Inglaterra a principios de los 60. La ve en las calles encarnada por muchachos con pantalón a cuadros, gabardina y chapas a casco porro subidos a una scooter Lambretta. "Despertaron mi curiosidad en primer lugar por el impacto visual que causaba su estética y luego por la música que escuchaban. Me gustaban muchos grupos de ska de la época como Madness, The Specials o los Jam", explica el artista leonés horas antes de presentar Club 45 again durante el ciclo Músicos & Libros, enmarcado dentro de la Feria del Libro de Granada.

Club 45 againes el título de su última creación literaria. En ella, Álex Cooper, como se le conoce encima de un escenario, recoge 90 canciones que explican la evolución de la música que tantos mods y fanáticos del planeta beat escucharon de fiesta del año 63 al 69. "Han sido temas que han sonado en mis sucesivas habitaciones a lo largo de los años de manera indefinida", subraya. El valor documental del volumen, el segundo sujeto a esta temática tras la publicación del primero hace siete años, radica en su exclusividad. Cooper ha rastreado en su impresionante archivo de memorabilio original para elegir cientos de imágenes olvidadas, escondidas en revistas pop de los cinco continentes; partituras; postales y fotografías promocionales del momento. Las acompaña con textos bastante personales que escapan del academicismo, algo común en los libros de Chelsea Ediciones. "Cuento anécdotas mías que me recuerdan cada una de las canciones y las historias mismas de los grupos", señala.

Uno de los grupos escogidos -y favoritos de Cooper- es The Elastic Band, uno de los máximos exponentes de la escena rock psicodélica británica de los 60. "Me gusta particularmente su historia porque eran músicos de altísimo nivel, grandísimos compositores y estupendos intérpretes que se dedicaban a tocar para que la gente se divirtiera. En vida editaron dos canciones propias y lo demás eran versiones para llenar la pista de baile", comenta entusiasmado. Su manera de actuar entronca con la idea romántica del "músico a la antigua usanza": el que tocaba para que la gente pasara un buen rato. No olvidemos que la fuerza del beat es la fuerza de un movimiento colectivo. "Hoy en día en el mundo de la música es difícil encontrar a un grupo que versione a otro. Poco a poco se está rompiendo la barrera. Pero lo común no es que Izal haga una versión de los Lori; cada uno mira para su ombligo", reflexiona.

El cantante retrocede en el tiempo para rememorar su época con Los Flechazos. "Lo que hicimos en principio en nuestra ciudad y después a nivel nacional no lo habían hecho otros grupos. La novedad está en el oído de la gente que escucha mucho más que en la voz que interpreta la canción. Cuando Los Flechazos desembarcamos con nuestro universo paralelo en León tocando La tierra de las mil danzas con nuestros pantalones de cuadros flequillos y pelos de tasco parecíamos unos marcianos. Éramos la respuesta más moderno en la ciudad a lo que ya era pasado", explica. Memorias musicales de un auténtico mod español que no cede a las leyes del mercado, "aunque a veces pague el precio a final de mes".

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