Miguel Algárate Heredia, Mikel Heredia, afincado en Motril desde hace doce años, ha sido seleccionada para participar en la Bienal Internacional de Londres que se va a celebrar el próximo mes de febrero. Uno de los certámenes más importantes de la especialidad que se celebran a nivel mundial.

Según ha indicado Heredia, la obra seleccionada, Sólo nos queda fachada, es de estilo modernista y pertenece a la serie que ha realizado bajo el lema Crisis Futuro incierto.

Con una obra de esta serie ha conseguido uno de los premios del Certamen Internacional de pintura abstracta de Florida. Según el artista, el objetivo es realizar una colección de trabajos que escenifican la situación de crisis que la sociedad está viviendo en la actualidad.

En la pintura que llevará a Londres se puede contemplar un solar en el que tan sólo queda una fachada apuntalada y a la que tan sólo le queda las ventanas y la puerta.

En lo que va de año, Mikel Heredia ha conseguido tres premios internacionales de pintura y ha tenido la oportunidad de exponer en lugares tan dispares como Florida, el Museo de Arte Contemporáneo de Culiacán; el Archivo Histórico Nacional de México o el Salon Internacional de la Acuarela de italia celebrado en Génova, entre otras.

Aunque la que más ilusión le hizo en fue la organizada por el Colegio de Médicos de Madrid y la Fundación Ataxia de Friedreich para sacar fondos para combatir esta enfermedad.

Además en noviembre y diciembre sus obras van a ser contempladas en la exposición ART CAPITAL, que se desarrolla en el Gran Palacio de los Campos Elíseos de Paris y en el XV Salón Nacional de la Acuarela de Ceuta.

Heredia, que cuenta con un estilo muy personal y alejado de cualquier tendencia, consigue transportar al observador a mundos alternos y desconocidos elaborados desde las entrañas del sentir humano. Tiene como elemento predominante escenas exteriores en las que destaca el movimiento de sus personajes. Esto le brinda la posibilidad de crear un cuadro en el que se pueden recrear multiplicidad de historias.

Sus obras principalmente son "desfigurativas" -pero "sin alejarse de la realidad cotidiana"- porque considera que la armonía de líneas y colores no tiene por qué apegarse a lo puramente figurativo sino a lo que el artista quiere transmitir en ese momento. "Toda expresión del sentimiento implica un acercamiento al básico desarrollo de lo asimilado, un reflejar de manera fidedigna no lo que la realidad nos enseña sino lo que nuestros ojos captan".