Ahora no hay cafetería o tienda que se precie que no tenga una página web; como tampoco hay un pensador que quiera ayudar a un cambio social que no tenga la suya propia o al menos una bitácora. Sin embargo, hay que distinguir esas web que anuncian o publicitan de aquellas que están realizadas ex profeso para la red. Estas últimas son las que se llaman Net.Art, con una naturaleza estrictamente para los medios y su objetivo es "la propia creación de ese espacio público de intercambio comunicativo", como señala José Luis Brea en La Era Postmedia. Acción comunicativa, prácticas (post) artísticas y dispositivos neomediales. Granada es un centro de creación de esta nueva forma artística a través de su Canal de Cultura Contemporánea en www.cacocu.es, una plataforma multimedia para difundir las actividades culturales de las 10 universidades andaluzas.

La primera idea experimental de crear arte en una red podría atribuirse a Marcel Duchamp cuando en 1916 envía una serie de tarjetas postales a sus vecinos de Arensbourgs en el proyecto conocido como Rendezvous of 6 February, 1916, pero es a mediados de los sesenta cuando encontramos el antecedente más cercano al Net.Art: el mail art. Fue Ray Johnson, profesor del Black Mountain College, quien establece una red universal que conecta a los diferentes miembros de la New York Correspondence School para establecer encuentros y recibir las obras de los otros miembros del grupo; luego exponían donde desearan pero casi siempre alejado de los circuitos de arte convencionales.

En el año 1994, a través de la confluencia de cineastas, artistas e ingenieros surge un nuevo producto cuyo usuario deja su papel de espectador pasivo para ser un actor más de la interactividad que va a ser clave del Net. Art.

Es en 1995 cuando se acuña el término Net. Art casi "por un error en un e-mail. Surgió como un término despectivo", señala Ricardo Marín, profesor de la Universidad de Granada. Este hecho es similar a otros términos artísticos como Modernismo o Barroco, que fueron peyorativos en su momento.

En la última década han surgido numerosos proyectos que desarrollan esta nueva filosofía, así el proyecto Remedy for Information Disease, que busca 'curar' al visitante de la sobreabundancia de estímulos mediáticos, mediante unas imágenes preseleccionadas, que se pueden manipular. Amplifica la sensación de pérdida de control del individuo sobre las tecnologías de la imagen.

Carlos Escaño es profesor de Artes Visuales de la Universidad de Málaga y colaborador del Canal de Cultura Contemporánea en su seminario sobre Net.Art. Señala que "los net.artistas no son gente que suela tener una formación exhaustiva de la programación, sino que usan más el concepto que la herramienta". Es decir, aunque las herramientas de trabajo de un net.artista son las mismas que las de un diseñador de web art, no son su prioridad. El net.artista elabora su obra vinculada "a la actividad de denuncia, usa internet para criticar internet, y sobro todo al sistema que sustenta a internet", señala Escaño. Además está el eterno dilema que diferencia el artista del artesano. "Un diseñador gráfico puede participar de esa idea creadora o de denuncia, pero tendría que ser también artista para que su obra fuera Net. Art", matiza el profesor.

El profesor de la Universidad de Granada, Ricardo Marín, señala que "no se puede hablar de movimiento, de grupo, porque en sus creaciones no ha habido unión", mientras que los grupos que han ido surgiendo en las tres grandes vertientes, palabra, imagen y música, a lo largo de la historia del arte han tenido sus iniciadores y matices comunes; no se da del mismo modo en esta nueva tendencia. "Se habla de ciberliteratura, con todas sus vertientes, así los blogs, las bitácoras. Algo semejante ocurre en la música con las web de libre acceso. En las artes visuales hay grupos de crítica que aglutinan galerías", describe Marín, a la vez que resalta que es "a partir de esas tres tendencias donde surgen las distintas bienales y las exposiciones de Net.Art, siempre comisariadas por profesionales del área de didáctica de la expresión plástica en las universidades."

Pero a pesar de que la proyección del Net.Art, según afirma Marín, surja del mundo universitario, no es en este medio donde mejor se forma un net.artista. "Las instituciones oficiales no aportan ese aire de denuncia. El net.artista es más autodidacta", remarca Escaño. Aunque poco a poco se está extendiendo en las aulas, están lejos de ser focos de creación de esta nueva área artística. "Los focos principales de Bellas Artes son Sevilla y Granada, y no tienen Net.Art, en sus planes de estudio", matiza Escaño.

Aunque como se ve, es la Universidad de Granada, a través de la coordinación del Canal de Cultura Contemporánea, la que está a la cabeza de esta tendencia, no sólo facilitando la difusión y aportando un lugar de creación a través de esta plataforma, sino también fomentando la formación teórica y práctica de los jóvenes artistas y estudiantes en esta nueva tendencia con los seminarios en los que participan profesores y profesionales destacados del Net.Art.