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Noam Chomsky publica en España 'Sobre el anarquismo'

  • El intelectual norteamericano de origen judío evoca su prematuro interés por las teorías de Bakunin que proviene de la Guerra Civil española

"Europa está incorporando cada vez más el debate superficial sobre cosas menores que imponen los intereses corporativos de EEUU", afirma el lingüista estadounidense Noam Chomsky con motivo de la publicación en España de Sobre el Anarquismo (Editorial Laetoli).

Desde su despacho en el Instituto Tecnológico de Massachussets en Boston, donde imparte clases de lingüística, el intelectual y activista político (Nueva York, 1928) ha evocado su prematuro interés por el anarquismo que viene de la Guerra Civil española. "Era un periodo de fermento político apasionante, yo me había vuelto crítico de los bolcheviques y vi en la guerra española un portentoso ejemplo de revolución popular que llevaba a la práctica los principios de la izquierda libertaria".

De hecho, uno de sus primeros artículos, cuando tenía cerca de diez años, fue por la caída de Barcelona. "La atracción nació entre el temor a que los brotes fascistas terminaran por oscurecer Europa y el rayo de esperanza que ofrecía una revolución singular". Chomsky también explica el fondo de la condición humana." Existen tendencias libertarias y tendencias autoritarias", dice el intelectual. "Cuál se manifiesta en qué momento depende de las circunstancias, pero no debe sorprendernos de que quienes concentran el poder económico, militar e ideológico históricamente controlen a sus sociedades, y que ese control se ejerza hoy sin recurrir a la fuerza no implica que la gente esté a gusto".

En cuanto a su país de origen, Estados Unidos, Chomsky recuerda que las encuestas indican que el 80 por ciento del público piensa que el país está en manos de unos cuantos grandes intereses que buscan el beneficio propio, y el 95 por ciento cree que el gobierno no presta suficiente atención a la opinión pública. "¿Qué nos dice eso?", se pregunta. "Que a nadie le gusta estar sometido a una autoridad opaca, pero no pueden hacer gran cosa salvo elegir cada cuatro años entre las dos facciones del partido único -el del 'business' (intereses empresariales)- que gestiona el país".

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