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Nuria Barrios presenta 'El alfabeto de los pájaros'

  • La novela gira en torno a cómo tratar la adopción de un niño

La escritora madrileña Nuria Barrios presentó ayer en la Biblioteca de Andalucía su nueva novela, El alfabeto de los pájaros, la historia de Nix, una niña china adoptada de seis años a la que habrá que explicarle por qué fue rechazada y abandonada al nacer. Su nueva madre se encargará de contarle historias para que la niña comience a comprender el mundo.

"Lo que quiero contar es cómo se plantea, a través de la fantasía, el hecho de que la niña pueda hacer frente a la vida con sus heridas ya cicatrizadas", explicó ayer la escritora poco antes de la presentación.

"El hecho de que sea china es puramente anecdótico", añadió. "Podría haber sido de cualquier raza o de cualquier país. A mí lo que me interesa es profundizar en la historia del abandono. ¿Cómo le cuentas a un niño que ha sido abandonado para que la realidad resulte vivible para él?", señaló.

"Siempre vemos que los padres adoptan niños, pero nunca nos planteamos que los niños también deben adoptar, aceptar, a sus nuevos padres", comentó. "Se trata de una doble filiación. La novela narra las historia de esta niña sin sus padres biológicos. En un momento determinado, alguien propone que la niña puede nacer dos veces a través de la imaginación, regresando al útero de su nueva madre como una posibilidad de elegir su destino".

"En el mundo", agregó, "los adultos son los que tienen la posibilidad de abandonar o adoptar a un niño. Los niños deben tener también la posibilidad de aceptar a los adultos".

Nuria Barrios tomó como punto de partida la historia de amigos que habían adoptado niños. "Ésa es ya una realidad extendida. Los hijos de unos amigos me hicieron fijarme en ese fenómeno", comentó.

La novela no plantea dilemas morales. "En absoluto", señaló Barrios. "Sólo trata de cómo el ser humano busca siempre conocer su origen. Todos queremos saber nuestra genealogía. Los niños adoptados fueron abandonados por alguien, pero eso no les crea ningún dilema moral, ni los condena a ser infelices. Es sólo la curiosidad. Ahora que ha salido el caso de tantos niños robados, muchos confiesan que son muy felices con sus familias actuales, pero que quieren conocer su origen". El acto fue presentado por el pintor Juan Vida, padre de una niña de origen chino y autor de la exposición Cuentos chinos, en torno a esa experiencia.

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