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Odyssey gana el caso sobre el abordaje de uno de sus barcos

  • La Guardia Civil interceptó la nave 'cazatesoros' por un delito de expolio

La compañía estadounidense Odyssey Marine Exploration, especializada en la búsqueda de tesoros hundidos, anunció ayer que ha ganado en los tribunales españoles el caso sobre el abordaje de uno de sus barcos por la Guardia Civil en 2007.

Según un comunicado de la empresa difundido este martes, el capitán del buque Sterling Vorus, detenido en octubre de ese año tras oponerse a que efectivos del Instituto Armado abordaran por la fuerza el buque Odyssey Explorer, ha sido "absuelto de todos los cargos" por un tribunal de Algeciras.

El tribunal ha determinado, añade Odyssey, que "las autoridades españolas no tenían la correspondiente autorización para abordar" el Odyssey Explorer, indicó la compañía. El tribunal se basa, añade Odyssey, en que la legislación española impide a la Guardia Civil abordar o inspeccionar barcos extranjeros sin la autorización del capitán o del Estado de bandera del buque.

La Guardia Civil interceptó el Odyssey Explorer a unas 3,5 millas al sureste de Punta Europa por orden de un juez de La Línea que investigaba si la compañía 'cazatesoros' había cometido un delito de expolio del patrimonio nacional.

Esta decisión supone un revés para el ministerio de Cultura que, el pasado mes de junio, anunció la firma de un convenio con la Guardia Civil para la protección del patrimonio arqueológico submarino español. La medida, que fija la política estatal en esta materia y establece programas de mejora de la gestión del patrimonio sumergido, pretendía en gran parte evitar que los 'cazadores' de tesoros aprovecharan los hipotéticos vericuetos legales para obtener beneficios.

Odyssey Marine Exploration, además, está en el centro de la polémica por otro litigio abierto también en 2007. Fue entonces cuando la empresa halló los restos del barco español Nuestra Señora de las Mercedes en, supuestamente, aguas de España. Desde entonces se ha vivido una batalla legal entre empresa y las autoridades españolas, que reclaman como suyo tanto la nave como su cargamento al considerar el barco como parte de su Armada. Y es que el pecio, hundido en 1804, transportaba 594.000 monedas de oro y plata (en su mayoría) además de otros artefactos que pesan 17 toneladas y valen unos 355 millones de euros.

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