Tributo Adiós a una de las grandes bailaoras del flamenco

Pilar López Júlvez, reivindicar una vida

  • El Patronato García Lorca rinde tributo a la bailaora y coreógrafa, fallecida hace unas semanas, con 'Un recuerdo de urgencia' a cargo de Mario Maya en Fuente Vaqueros

El Patronato Federico García Lorca de la Diputación de Granada rindió ayer homenaje a la bailaora y coreógrafa Pilar López Júlvez, hermana de Encarnación López Júlvez, La Argentinita, con una exposición y un homenaje en Fuente Vaqueros. El bailaor y coreógrafo Mario Maya, que fuera alumno de Lúpez Júlvez, fue el encargado de leer una carta personal muy emotiva a la bailaora, fallecida hace unas semanas.

Se da la circunstancia de que Pilar López había sido una de las grandes colaboradoras de la Casa Museo Natal de Federico García Lorca en Fuente Vaqueros, y había donado diversos objetos relacionados con su hermana y con el poeta granadino.

"El Patronato concibe de obligación ese reconocimiento público y el homenja a Pilar López", señaló ayer su director, Alfonso Alcalá, quien recordó que la bailaora, cabeza de una escuela en la que se formarían bailaores de la talla de Antonio Gades o Mario Maya, llegó a Granada en 1980 para actuar en Fuente Vaqueros. En 1992 repitió una serie de visitas, en una de las cuales donó el traje que La Argentinita había utilizado para bailar Los peregrinitos, una de las canciones populares que Federico García Lorca había recogido, armonizado y grabado en 1931, canciones que fueron interpretadas, precisamente, por la propia Argentinita. En 1993 regresó a Fuente Vaqueros para ser hermanada con Federico García Lorca y en 1997 estuvo presente en los actos del centenario del nacimiento de La Argentinita. "Todos estos años han sido una continua ida y venida de Pilar López a Granada", señaló Alcalá.

"Para nosotros es un honor que se celebre una exposición y que se le rinda homenaje", dijo por su parte Antonio Martínez Caler, presidente de la Diputación, "y que sea Mario Maya quien represente en los actos a esta insigne profesora, y que él fue su alumno predilecto".

Los actos que se celebraron ayer tarde en el teatro Federico García Lorca de Fuente Vaqueros bajo el título Un recuerdo de urgencia, fueron la recreación de una antigua coreografía de Pilar López Júlvez a cargo de las bailaoras Marichu Ocaña e Inmaculada de León y la lectura de una carta por parte de Mario Maya recordando la figura de la coreógrafa y haciendo notar la diferencia entre los bailaores de antes y los de ahora.

Tras el acto en el teatro, se inauguró en la casa de Federico García Lorca una exposición con todos los objetos que Pilar López fue donando al Patronato a lo largo de los años. Entre los objetos más interesantes se encuentra un manuscrito de Ignacio Sánchez Mejías anunciándole a su amante, La Argentinita, su deseo de volver al mundo de los toros, recortables de la época, un ejemplar de la crónica que daba cuenta de la cogida y muerte de Sánchez Mejías y una colección de fotografías y proyecciones.

Mario Maya recordó ayer por la mañana cómo recibió la noticia de la muerte de Pilar López en Londres y se mostró extrañado de la poca repercusión que este hecho había tenido en Madrid. "El cadáver de su hermana, La Argentinita, estuvo expuesto tres días en el Teatro Español y en el tanatorio sólo estuvimos unos pocos allegados", dijo. "No sé por qué los medios no se han hecho mucho eco, aunque en Inglaterra The Guardian sí ha dado la noticia".

Maya recordó como Pilar López lo invitó a unirse a su compañía en 1957. "Yo era un gitanillo del Sacromonte de 17 años y para mí aquello fue lo más grande", dijo. "En aquella época estaban el gran bailarín Antonio, que era él sólo, y Pilar López, que tuvo la delicadeza de enseñarnos todo lo que ella tenía. A Antonio Gades y a mí nos hizo ser los renovadores del baile flamenco".

Pilar López, nacida en 1912, empezó sus clases de baile a los seis años con Julia Castelao. En 1933 debutó junto a su hermana con El amor brujo. En 1935 viajarían a Argentina, actuando en el Teatro Colón de Buenos Aires, donde empezaron su gira iberoamericana de algo más de un año por Chile, Brasil y México. El fallecimiento de La Argentinita en 1945 hizo que Pilar regresara a España y a finales de los años cuarenta montó su propia compañía En 1952 estrenó El Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. En 1957 decidió impartir clases a jóvenes bailaores. Desde entonces Pilar López paseó su arte por todo el mundo hasta los años setenta, dejó de bailar en 1974 hasta que se retiró.

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