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"Puede que la industria esté en crisis, pero eso no frena la creatividad de la gente"

  • El dúo más flaco de la música española se descuelga, sólo por esta vez, su guitarra eléctrica y le busca el lado más íntimo a sus canciones en 'Puro Teatro', la gira que esta noche trae a Pereza a Granada

Recién llegados de Argentina, donde convirtieron el estadio del Boca Juniors en un hervidero de música junto al maestro y "héroe" Joaquín Sabina, Rubén y Leiva arremeten de nuevo con Puro Teatro, una gira que llega esta noche al Palacio de Congresos y en la que Pereza se olvida por un instante de lo más salvaje del rock para ponerle el vestido más acústico a las canciones de Aviones, su último disco.

-Va a ser toda una experiencia eso de verles tocando en un teatro. ¿No se les hace raro tener al público sentado y sin fumar?

-Es que la gira viene muy en relación a Aviones, que es un disco con un sonido más acústico y más introspectivo en las letras que los anteriores, así que nos apetecía mucho poder actuar con él en teatros, que son sitios donde se pueden lograr momentos íntimos muy especiales. Tienes a la gente muy cerca y, sobre todo, suena muy bien.

-¿Este paso al lado más acústico del rock lo va dando la edad?

-Los cambios nunca son premeditados, pero surgió porque las canciones salieron así. Nos dimos cuenta de que lo que estábamos componiendo se desmarcaba un poco de otras cosas que habíamos hecho antes, así que echamos para adelante el proyecto de la forma en que quería venía. De lo que estoy seguro es de que haremos algo diferente con el próximo disco, no será Aviones segunda parte.

-Su Aviones viene con 17 canciones, y eso que sólo unos meses antes habían lanzado Baires. ¿Tienen tanto que cantarle al mundo?

-Es que cuando van saliendo las canciones no tiene mucho sentido frenarse a uno mismo. Nos salían muchas cosas, también es que somos dos personas componiendo, y nos dimos cuenta de que teníamos más canciones de las que caben en un CD. En un principio, nosotros queríamos hacer un disco doble pero la compañía prefería que fuera simple, así que al final nos quedamos en la mitad: un disco simple pero más largo de lo normal.

-¿Tiene muchos tiras y aflojas con Leiva cuando se enseñan mutuamente sus canciones o el 'matrimonio' se entiende bien?

-Nosotros siempre tratamos de meter en cada disco las canciones que consideramos que son las mejores para sacar así el mejor trabajo posible de Pereza. Tenemos nuestras cosillas, claro, pero al final llegamos siempre a buen puerto, y creo que Aviones es un disco bastante equilibrado en ese sentido.

-¿Y alguna niña bonita entre esas 17 canciones?

-Nos gusta quedarnos con dos, Champagne y Está lloviendo, que son un poco diferentes a lo que solemos hacer. Forman parte del lado más acústico, más introspectivo y más lento de nuestra discografía, y también es lo más alejado del sonido Pereza que todos tenemos en la cabeza.

-Pues ese sonido Pereza está bastante bien...

-Pero es que no te puedes quedar estancado en una fórmula que funciona, y nosotros mismos somos los que nos metemos caña para ir más allá y hacer algo diferente, es una especie de obligación moral... No estamos aquí defendiendo los estilos, vamos a defender las canciones, y si son buenas, transmiten y tienen emoción me da igual que sea una bossa nova o un reggae. No somos un grupo como Ramones o AC/DC, con los que te compras un disco y ya sabes lo que te vas a encontrar. Nos gusta ir más allá, aunque al final sale a la luz lo que somos.

-Con seis discos en la calle una banda debe tener ya ganado el derecho para hacer las cosas a su manera...

-Yo creo que quien no arriesga no gana, y es igual de difícil hacer siempre el mismo disco que intentar hacer algo distinto. Nosotros somos nuestros mayores críticos, no pensamos demasiado en la aceptación del público, confiamos en que quien nos sigue le gusta que le sorprendamos y, si no lo hacemos, es porque no lo hemos sabido hacer.

-¿Qué le pasa a uno por la cabeza cuando Sabina llama a su puerta?

-Es algo que salió de forma natural, en realidad nunca hubo esa llamada tal cual... Tanto Leiva por su parte como yo por la mía estábamos componiendo una música que le fuimos enviando a Joaquín a través de su equipo y de Benjamín Prado. Al final, en su disco entraron dos canciones porque realmente le gustaron y porque vio algo especial en ellas. A partir de ahí nos han ocurrido cosas muy bonitas con Sabina...

-Llenar la Bombonera en Argentina debe ser de locos...

-Fue algo muy importante que nos llevaremos a la tumba grabado a fuego. Fue muy bonito... Salió a presentarnos, que es algo que no he visto hacer a ningún artista en la vida. Que un tipo que llena un estadio salga a presentar al grupo telonero cuando todavía hay sol y sigue entrando la gente es algo que me voló la cabeza. Pero lo mejor es que hemos compuesto, hemos producido y hemos estado al lado de nuestro héroe de la canción, del grande de la música en español, y eso es algo que ni se nos pasaba por la cabeza cuando éramos más canijos.

-Sabina dice que tenerles cerca fue como ponerse una inyección de vitalidad rockera. ¿Cómo responde a eso?

-Para nosotros ha sido una inyección de Sabina en vena que nos ha hecho muy, muy, muy felices.

-Son el grupo más cotizado por los músicos españoles que buscan colaboraciones. ¿No se vuelven un poco locos con tantos temas ajenos rondando por sus guitarras?

-La verdad es que se agradece cantidad que la gente de tu gremio cuente contigo cuando quiere montar algo y no podemos estar más que agradecidos. Tenemos la suerte de poder ser amigos de gente que admiramos. Al principio conoces a la gente por su obra, por discos de ellos que te han gustado, pero al final descubres que detrás del artista hay, por lo general, una gran persona.

-¿La unión hace la fuerza en los momentos más complicados?

-Por supuesto. Puede que la industria y el mercado estén en crisis, pero eso no va en paralelo con la creatividad de la gente ni la frena. Siguen saliendo canciones y todavía hay muchos músicos por ahí empeñados en componer la canción perfecta, y eso siempre será bueno.

-Cuando telonearon a Bon Jovi hace ya varios años decían que su único empeño era hacerse escuchar. ¿Siguen pensándolo?

-Es que en nuestros inicios creo que teloneamos a todo el mundo posible, sin excepción, y eso curte... La función de un telonero es hacer que la gente que no ha venido a verte se quede contigo de alguna manera, así que las ganas de ser escuchados las teníamos en ese momento y las seguimos teniendo ahora; si no, no seguiríamos en esto.

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