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Queipo de Llano: delirios de un militar fascista en el teatro Alhambra

  • El actor Antonio Dechent se mete en la piel y los delirios del general sevillano

9 de marzo de 1951, el general Queipo de Llano ha muerto. Unos periodistas narran su entierro mientras nosotros vemos a Queipo en su lecho de muerte y desde ahí: sus ensoñaciones con Ricardo III, la defensa de sus puntos de vista frente al poder de Franco, su amistad con el cardenal Segura, sus conspiraciones, sus discursos en Unión Radio, las avenencias y desavenencias con su hija Maruja y su Ayudante y posterior yerno Juliano Quevedo… y sobre todo su ambición de poder, su deseo megalómano de caudillismo. Es una breve sinopsis de la obra Queipo, el sueño de un general, de Fundición y Escarmientos, que bajo la dirección de Pedro Álvarez-Osorio llega este fin de semana al teatro Alhambra.

El actor Antonio Dechent se mete en la piel de Queipo de Llano para realizar un recorrido que pasa por la Sevilla de 1936 a 1939, el 'destierro' en Roma de 1939 a 1942 y sus últimos años en Gambogaz, esa finca junto al Guadalquivir que le regaló el Ayuntamiento de Sevilla, previa impuesta suscripción popular, en agradecimiento a su intervención en 1936, hasta su muerte el 9 de marzo de 1951. "Cuando hace dos años Antonio Dechent me propuso que hiciéramos un espectáculo sobre Queipo de Llano acepté inmediatamente el reto", explica el director de la obra. "Su controvertida figura y la significación en la memoria histórica de Sevilla nos permitían acercarnos a uno de los personajes claves en la historia de España del siglo XX". En su opinión, han pasado suficientes años para sacar a la luz las contradicciones de aquel régimen, "férreo en apariencia pero frágil y desvertebrado en su esencia". "Mostramos las luchas intestinas por el poder que no salieron a la luz por la falta de libertades impuestas pero que numerosos historiadores han ido desvelando lentamente.", continúa Álvarez-Osorio.

Por eso, Fundición y Escarmientos pretende contribuir llevando estas historias al teatro en una propuesta que quiere indagar y proponer hipótesis verosímiles de aquellos convulsos años (1936-1951). Las ambiciones personales, un golpe de Estado, una Guerra Civil, la imposición de un régimen dictatorial, el exilio en Roma, los intentos de eliminación de Franco, el pacto de san Juan de Luz y primeros pasos para salir del aislamiento: acuerdos con los aliados. Cinco personajes centran la historia: Queipo de Llano, su hija Maruja, su yerno y ayudante Juliano Quevedo y dos figuras esenciales: Franco y el cardenal Segura. Y la radio como hilo conductor.

"Este texto no es totalmente inventado, debe agradecimientos a todos aquellos que escribieron sobre la vida, anecdotario y comentarios sobre el general", detalla el director de la obra. De ellos sacó las situaciones, personajes y conflictos. Por último, el director muestra su lista de agradecimientos, especialmente al propio Queipo por lo que dejó dicho en sus memorias, a su nieta Ana Quevedo por la biografía que escribió, a los diversos comentaristas de ABC, La Vanguardia y otros medios de comunicación; a José Mª Pemán, Antonio Bahamonde y William Shakespeare. "En todos ellos me inspiré y de todos ellos traté de acercarme a la verdad sobre aquellos acontecimientos. Plagiar es copiar a uno, crear es copiar a muchos", concluye el director, quien apostilla que "un pueblo sano es el que es capaz de no olvidar los momentos funestos de su historia".

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