Ha pasado horas y horas frente a una pantalla con centenares de dibujos animados, pero Rodrigo Blaas no es un niño y tampoco los ha visto desde el sillón de de su casa, sino desde las prestigiosas productoras Pixar o Dreamworks. El premiado animador granadino volvió a su tierra la tarde de ayer para impartir una masterclass sobre creación de personajes en 3D,organizada por la UGR y Kandor Moon.

-¿Cómo llega Rodrigo Blaas al mundo del cine de animación, por vocación o casualidad?

-Es absolutamente vocacional. Hice Inef en la Universidad pero quería dedicarme a la animación cuando aún no había industria ni programas de formación. Todo empezó viendo cine de los ochenta, Spilberg y por supuesto La guerra de las galaxias, además de los cortos de Pixar.

-¿Cuándo dejó de ser un aficionado para dedicarse activamente a la animación?

-Fue con el proceso de producción deToy Storycuando me picó el gusanillo y busqué la forma de dedicarme a ello. Tras una formación autodidacta, me fui a Madrid para trabajar con publicidad en 3D.

-¿Qué se siente al trabajar con productoras de referencia como Pixar, Blue Sky y ahora Dreamworks?

-En mi época resultaba complicado estudiar animación aquí en España y la idea de trabajar con estas productoras era la de aprender y conseguir el suficiente bagaje.También había curiosidad por ver cómo trabajaba gente a la que admiras.

-¿Qué diferencias hay entre los métodos de trabajo de la industria de animación estadounidense y la española?

-Fundalmente, los recursos con los que cuentas. En Ámerica son mucho más altos y te puedes permitir un tipo de producciones que aquí son impensables. Pero los métodos de producción son similares, sobre todo ahora que gracias a Internet se estan adaptando las formas de allí a procesos y recursos más limitados que tienen en España.

-¿Está el panorama nacional de cine de animación muy lejos de industrias de referencia como la estadounidense o la japonesa?

-Está lejos pero ves que hay mucha gente intentándolo con muchas ganas. A quí se trabaja de una manera más artesanal mientras que en EEUU tienen unas circunstancias más estables y seguras. Lo importante en España es no intentar imitar a la industria estadounidense y sí intentar hacer interesantes otros aspectos, ignorando aquellos más limitados.

-¿Ve futuro en la industria de cine de animación que se está gestando en Granada?

-Desde luego, aunque hay que tener mucha paciencia porque se trata de un proceso muy largo y complejo. Pero siempre te alegras de ver a un equipo como Kandor, con ilusión y pasión por crear proyectos de una forma diferente a lo que normalmente se da.

-¿Qué ha supuesto el cortometraje Alma en su carrera artística?

-Alma es una gran oportunidad. Se trata de un proyecto que tenía muchas ganas de llevar a cabo y que me ha permitido conocer a Guillermo del Toro, quien me brindó la idea desarrollar Alma como un largometraje y yo colaborar con él en su proyecto.

-¿Cómo marcha la idea de Guillermo del Toro de convertir tu corto Alma en un largometraje?

-Es complicado e impredecible. Sacar películas de cortometrajes es como si te tocara la loteria. Hasta que no se estrenan en el cine no estás seguro de que el proceso haya acabado. Por otro lado, aunque es temprano para decirlo, tenemos mucha ilusión puesta en el proyecto.

-¿Le guarda algún rencor a la productora Kandor Moon por arrebatarle el Goya 2010 a mejor corto de animación con La dama y la muerte?

-Aunque hubiese estado bien ganar, en absoluto le guardo rencor, todo lo contrario. Lo mejor es que haya proyectos de calidad y que la gente lo intente. Por otro lado, la experiencia de los Goya fue muy interesante y nunca me había planteado que el corto pudiera ganar este tipo de premios y la gran recepción que tuvo.

-¿Qué cualidades se ha de tener para dedicarse al mundo de la animación de personajes?

- La observación es fundamental así como el análisis del movimiento humano para poder aportarle credibilidad al dibujo animado. Pero por encima de todo está la pasión por la animación.