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Quiquiriquí: el despertar de los títeres en Granada

  • El festival, que se celebrará a finales de septiembre en el Centro García Lorca, nace con vocación internacional y apuesta por atraer artistas de todo el mundo

Granada siempre ha sido un referente cultural en el ámbito de los títeres. No en vano, fue de la mano de intelectuales como Manuel de Falla, Hermenegildo Lanz o el propio Lorca cuando los títeres de papel empezaron a reivindicarse como una nueva renovación artística, un redescubrimiento de una tradición popular convertida en una forma más de cultura.

Por este motivo será el centro que debe su nombre al poeta el recinto elegido para dar cabida a la primera edición del Festival de Títeres de Granada Quiquiriquí. Desde el 29 de septiembre hasta el 8 de octubre, una decena de compañías de carácter internacional realizará hasta 29 representaciones distribuidas en 12 espectáculos vinculados entre sí. Los participantes son grandes maestros de la disciplina procedentes de hasta seis países distintos: España, Israel, Países Bajos, México, China y Francia.

El objetivo es crear "un festival con mayúsculas" por lo que no se han escatimado medios

Como quiso señalar Enrique Lanz y Yanisbel Martínez, directores de la compañía Etcétera, se trata de crear "un festival con mayúsculas", por lo que no han escatimado en medios. Bajo el beneplácito del director del centro, Miguel Canales, una horda de marionetas ocupará todos los rincones del edificio, escapando del teatro para colarse en talleres, salas de exposiciones y hasta en el sótano. Y es que el festival aspira a convertirse en todo un referente fuera de nuestras fronteras. Su objetivo es transformarse en "un punto de encuentro entre el público y los profesionales, entre la tradición y la contemporaneidad". Para ello no sólo habrá actuaciones de títeres, sino que se hará un especial hincapié en el carácter didáctico del evento. Documentales, talleres y conferencias serán algunas de las actividades complementarias previstas para dar a conocer en profundidad la historia y temática de los títeres, haciendo consciente al gran público de unos orígenes que retroceden mucho más allá de la tradición popular infantil de las marionetas para niños. De hecho, Quiquiriquí contará con números destinados exclusivamente para adultos, como es el caso del humor negro de Javier Aranda y su espectáculo Parias.

Otro elemento fundamental del festival será La incubadora, un proyecto lanzado para facilitar el acceso de nuevas compañías al ámbito laboral. La iniciativa pretende poner en contacto a los jóvenes talentos con profesionales y ofrecer ayuda en la difusión de sus obras. Se trata de la primera propuesta de este tipo presentada en España, por lo que se prevé una gran participación de artistas emergentes.

Dada la buena acogida del anteproyecto presentado el año pasado, se espera una gran afluencia de público. Un público que como quiso recordar Lanz, no será exclusivamente granadino, ya que esta clase de eventos atrae a una cantidad considerable de aficionados procedentes de todas las partes del mundo, lo que se traduce en un beneficio económica para la ciudad.

Internacional también es el elenco de artistas participantes, cuyos espectáculos se presentan como estrenos dentro del país. Desde oriente, Yeung Faï, exhibirá su espectáculo Tea House, un sorprendente número de títeres de guante chinos donde maravillarse con las cabriolas de sus personajes. El toque francés lo pondrán Alain Lecucq con La frágil historia del teatro de papel, la compañía La Pendue que presentarán Tria fata y Polidegáine; y Les anges au palfond, con El grito cotidiano, un cautivador espectáculo en el que las noticias de un gran periódico cobran vida al desplegarse sus páginas. Una puesta en escena especial tendrá el número Blind, de la compañía holandesa Duda Paiva, ya que se aleja de la función para grupos reducidos, presentando una representación que mezcla la danza con las marionetas. La artista israelí Yael Rasooly convertirá el hastío de una secretaria en un juego de humor inteligente en Paper Cut, a través de recortes y objetos de oficina. El amor por los títeres favoreció la unión de las compañías Hmnos Oligor y Microscopía, autores de Las tribulaciones de Virginia y La máquina de la soledad, obras de carácter muy intimista que ha cosechado ya un gran éxito. El resto de compañías españolas estarán representadas por Periferia Teatro, cuya función, Vuela Pluma, hará las delicias de los más pequeños; y Playground visual, con Cosas que se olvidan fácilmente, una interesante reflexión sobre la pérdida personal de los recuerdos y la memoria histórica.

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