En su segunda edición, el Festival de Cine Clásico Retroback tenía dos posibilidades: "o consagrarse o perder fuelle". El concejal de Cultura, Juan García Montero, apoyó ayer la primera opción. Un total de 11.000 personas han acudido a las salas a ver las joyas de este año dedicado a Humphrey Bogart y Charles Chaplin, mil más que el año anterior. 35.000 fueron a ver las exposiciones dedicadas a estos dos actores -a la muestra dedicada a Audrey Hepburn asistieron 25.000-. Los números, por tanto, lo avalan con un aumento de 11.000 personas respecto al primer Retroback.

Los clásicos siguen tan vivos o más que cuando se estrenaron. Si el pasado año las vencedoras absolutas fueron Vacaciones en Roma y Desayuno con diamantes, en esta segunda edición, Casablanca y Cantando bajo la lluvia han sido las películas que se han llevado la palma "con aplausos incluidos de los espectadores", algo muy poco usual en una sala de cine.

Ayer fue el día de los números para Retroback, pero aún hay un enigma por resolver. Del homenajeado el próximo año sólo se sabe que será mujer, por seguir con la 'costumbre' y "que nadie se enfade". García Montero aseguró que le están "dando muchas vueltas" y están estudiando varias líneas. Tienen para elegir: de aquel Hollywood dorado hay muchas y buenas actrices como Ava Gardner, Rita Hayworth, Grace Kelly o Elisabeth Taylor.

El concejal de Cultura alabó ayer no sólo el "esfuerzo" de cada uno de los miembros del equipo que hace posible, con un presupuesto de 250.000, que el festival sea un éxito, "desde el director, el capitán David López (que ayer no pudo asistir a la presentación del balance por una fiebre) hasta los iluminadores, las personas que se han desplazado desde muy lejos y los propios granadinos, por haberlo hecho suyo".

García Montero también agradeció la repercusión de Retroback en los medios locales y en los nacionales que han difundido el festival por todo el país.

Precisamente, subrayó el concejal la difusión y la unión de dos puntos importantes: por un lado, el factor cultural del cine como obra de arte, "de la misma forma que una escultura se muestra en un museo... porque también existe la faceta de la promoción industrial que en el Retroback no tiene sentido". Por otro lado, también sale ganando la ciudad, puesto que es inevitable la promoción de Granada como ciudad de cine, en una apuesta que llena antiguos febreros vacíos.