Hace 125 años, el 3 de julio de 1883, nació en Praga Franz Kafka, uno de los escritores más importantes de la literatua moderna. Este autor dejó múltiples obras importantes, como La metamorfosis, de 1912, en la que Gregor Samsa se despierta convertido en un secto. También La condena, escrita en una sola noche. En esta obra un padre sentencia a su hijo a morir ahogado. Kafka inventó al mono que relata su conversación en humano y también escribió historias breves, comprimidas y que sacuden al lector.

La vida de Franz Kafka, el hijo mayor de una familia de comerciantes judíos, estuvo marcada por el negocio de su familia, en el que se vendían paraguas, bastones, guantes y otros productos galantes. Esto les permitió vivir y ascender socialmente. Pero Kafka se sentía atrapado en esa vida. Después de la escuela Kafka decidió estudiar derecho, y se convirtió en doctor con sólo 23 años. A esta edad ya escribía desde hacía algún tiempo Descripción de una lucha y otros textos. Y en 1908 publicó sus primeros textos en prosa en una revista.

Franz Kafka tuvo dos vidas. De 08.00 a 14.00 horas se ocupaba de accidentes de trabajo en fábricas y en las formas para evitarlos. También promovía el uso de tornos redondos en las máquinas de carpintería en vez de los peligros de cuatro cantos y luchó con los dueños de las fábricas que no cumplían con las condiciones de la aseguradora.

Durante la noche, cuando en su casa por fin reinaba la calma, escribía sus historias. Para Kafka su auténtica vida estaba clara, pero nunca pudo hacérselo entender a sus padres. "Tenía conciencia de que vivía en la lengua. La lengua fue por así decirlo su oxígeno, su material de vida", asegura su biógrafo Reiner Stach.

Con su lenguaje creóun mundos que a menudo se describe como surrealistas o irreal, pero los relatos de Kafka tienen que tener algo muy real, de otro modo no conmoverían a tantas personas, desde Europa hasta Japón.

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