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Suspense en 'Las isla mínima'

  • Alberto Rodríguez, director de la película, dice que "hay que dejar cadávares en el jardín para avanzar"

El cineasta español Alberto Rodríguez, director, entre otras películas de Grupo 7 y 7 vírgenes, considera, metafóricamente, que a veces se entierran "ciertos cadáveres" en el jardín "para seguir avanzando". En una entrevista, Rodríguez se refirió así a su nuevo trabajo, La isla mínima, una cinta que narra la búsqueda de dos niñas desaparecidas que se estrenará en septiembre y de cuyo montaje se ha escapado para acudir a Washington a la proyección de Grupo 7, que inauguró el Festival de Nuevo Cine Español.

"Aunque la investigación criminal es el hilo conductor de la película, estamos hablando también de otras cosas que están por debajo y que tienen que ver con ciertos cadáveres que enterramos en el jardín para seguir avanzando", afirmó el director.

En La isla mínima, que cuenta con un reparto encabezado Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre y Nerea Barros, dos policías (Arévalo y Gutiérrez) son enviados como castigo a buscar a dos niñas desaparecidas en un pueblo de las marismas del Guadalquivir.

Pese a las semejanzas que se pueden encontrar con Grupo 7, una película de acción sobre los cuatro policías que participan en la operación antidrogas previa a la Exposición Universal de Sevilla de 1992, Rodríguez asegura que "no tienen nada que ver".

"Una es un thriller de acción, sobre el ascenso y caída de una banda de gángsters en el marco de una exposición universal, que es Grupo 7, y la otra es una película de suspense, un thriller policíaco, pero de suspense, en la que se trata de averiguar quién lo ha hecho", explica su director.

Rodríguez detalla que el argumento de la película es "ficción absoluta", pero que sí parte de un marco real, el de la España del año 1980, que es lo que le quiere contar. "La película tiene un argumento y después tiene una especie de metáfora, un río subterráneo, que es realmente el que nos interesa", apunta.

Según el cineasta, 1980 fue un año "muy delicado" en España, que, a su parecer, guarda grandes paralelismos con la situación que atraviesa hoy el país. "Más de lo que parece", insiste.

"Fue quizá el año más importante dentro de la Transición porque había una tensión brutal. Había unas condiciones que recuerdan mucho a las del país actual: una crisis económica bestial, una España chocando, problemas con la territorialidad con las autonomías, incluso estaba en cuestión la ley del aborto", abunda.

Uno de los sectores más golpeados por las dificultades económicas en España está siendo el cine que, según Rodríguez, vive un momento "complicadísimo", que ha forzado a trabajadores de la industria a cambiar de profesión, y teme que producir películas "se terminará convirtiendo en un drama". "El 21 % de IVA, las subvenciones han disminuido, también las televisiones, sobre todo la pública, están invirtiendo menos dinero... En fin, la política del Gobierno no va precisamente a ayudar al cine ni a la cultura en general", resume el cineasta.

Una muestra del cine que se realiza en España se puede ver esta semana en la capital estadounidense, dentro del Festival de Nuevo Cine Español de Washington, organizado por la Embajada Española, el centro cultural Afi Silver y la distribuidora Pragda.

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