The New Riga Theater presenta hoy en el Teatro Alhambra Long Life (Larga vida), un espectáculo sin palabras, con un equipo de extraordinarios actores y una escenografía sorprendente. Una narración emocionalmente expresiva y sensible, cómica y dramática, un día en la vida de las personas mayores. Una obra que versa sobre la vejez, uno de los temas más desdeñados hoy día.

Desde principios de los años 90, la sociedad discrimina y aísla a los mayores, colocándolos en una posición que semeja la de un experimento antropológico, como un reality show donde las reglas del juego no están del todo claras y no se sabe si el que gana es el primero o el último en morir. La función ofrece una oportunidad única de ser espectador de este "jardín zoológico", como explica la compañía letona -que ha colgado en el teatro granadino el cartel de agotadas las localidades-.

Larga Vida "muestra que nosotros (yo, usted, muy probablemente todos) sólo podemos confiar en nosotros mismos. Ni el estado ni la sociedad se preocupan por usted. Están doblemente destinados; primero, por el Dios que les han encarcelado en un caparazón sujeto a extinción física, aunque larga y prolongada, y además, por su propio yo, porque sólo depende de ustedes tener fuerza suficiente para encontrar un aliado durante su envejecimiento."

La vida no es una telenovela en la que la providencia ha encontrado un zapato para cada Cenicienta. "La vida es un lento paseo hacia la muerte", afirma el director de la obra, Alvis Hermanis.

"Es frecuente que el teatro tenga dos o a veces tres focos de atención: nosotros tenemos, al menos, cinco. Si hay un solo punto de atención, entonces inevitablemente se convierte en didáctico, porque manipula a los espectadores. Cuando hay muchos focos de atención y ninguno de ellos destaca para el espectador, se crea una situación radicalmente diferente (…)".

Los actores que representarán la obra son Guna Zarina, Baiba Broka, Kaspars Znotinš, Girts Kruminš y Vilis Daudzinš, con la dirección artística de Hermanis, la escenografía de Monika Pormale y el director de escena Zane Piraga.