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Títeres para las 'fierecillas'

  • El parque Federico García Lorca celebró anoche la decimoquinta edición de una cita estival que estuvo colmada de guiñoles y música ideados para los más pequeños

La noche de ayer la Huerta de San Vicente se convirtió en un microcosmos de fantasía, inocencia y evasión. La tradicional Verbena con Títeres volvió a entretener al público granadino. Niños y no tan niños que disfrutaron de la combinación de teatro tradicional y vanguardista a partes iguales. La clásica cita estival celebró anoche su décimo-quinta edición con un éxito rotundo.

La primera de las actuaciones previstas comenzó a cargo de la compañía oscense Titiriteros de Binéfar, un grupo de teatro liderado por Paco Paricio que lleva tres décadas de reconocida actividad en territorio nacional e internacional. Los escenarios de toda Europa, parte de América y Asia han disfrutado de la compañía oscense y su títere tradicional. Ayer, la Huerta de San Vicente fue el lugar elegido para la presentación de su última obra En la boca del lobo, un espectáculo "con sabor popular " que contó con la presencia de "zorras, lobos y gigantes: la sal de los cuentos",explicó Paco Paricio. Una sal que también endulzó la más tierna infancia de los allí congregados. Niños y adultos disfrutaron con las historias del señor Don Gato, la bruja Cristina de Alcolea o el bandido Cucaracha entre otros. Una hora más tarde,fue el turno de la función internacional de la noche. El grupo Dromosofista, creado en 2007 y de orígen italo-argentino, aportó el carácter urbano y surrealista a la velada teatral con El cubo libre,una función que combinó música, teatro de calle y objetos. Destacaron los números de las chaquetas amantes, el guitarrista tanguero a cuatro manos o el músico acompañado por dos curiosas bailarinas. La obra es la de mayor éxito de Dromosofistas que haciendo honor al significado de su nombre -los sabios de la calle- enseñaron al público asistente que las apariencias engañan.

Esta décimo-quinta edición de la Verbena también incluyó teatro de la tierra mediante la participación de la compañía granadina Toma Castaña que fue la encargada de culminar la cita a medianoche con el espectáculo Frankestein. Cómo se fabrica un mostruo.Una original versión del clásico enmarcado en el género de títere moderno y tratada con humor. "El texto de la obra está escrito en clave de comedia y la acción y el diálogo tienen una forma profundamente titiritesca" detalló Luis Britos, fundador de la compañía. La obra se presentó con un estética romántica así como un escenografía genuinamente clásica. Todo ello, acompañado de un claro carácter esperpéntico que hizo la delicias del público granadino.

La música fue una constante en la velada. La ambientación entre acto y acto, corrió a cargo de la banda de cuerdas y vientos Doctor Swing que deleitó a los asistentes con clásicos del jazz de los años veinte y treinta.

Anoche, centenares de asistentes acudieron al parque granadino para presenciar entusiasmados -especialmente el público más infantil- un espectáculo de dramaturgia de alta calidad . Tres horas de música, teatro y personajes de cuento que dieron fe de una herencia lorquiana entre el tradicionalismo y la vanguardia .

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