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Toda la luz tras la 'Extraordinaria oscuridad' de Pirómano Teatro

  • La compañía granadina da un vuelco a su habitual propuesta escénica con una obra de teatro "más simbólico" que se podrá ver el fin de semana en El Apeadero

Un teatro completamente a oscuras. Un escenario a oscuras, tan solo con pequeños puntos de luz que parten de los actores. Y, en medio de esa extrema oscuridad, los miedos, la inseguridad, la vulnerabilidad y el sentimiento de no encontrar el rumbo adecuado.

Pirómano Teatro da un giro radical a su habitual propuesta escénica -basada en la improvisación y la comedia- y presenta hoy y mañana en la sala El Apeadero Extraordinaria oscuridad, un espectáculo de creación colectiva a partir de la obra Los ciegos de Maurice Maeterlinck y que surge por las "ganas de experimentar con un tipo de lenguaje diferente, con un teatro más simbólico y contemporáneo", según explica una de las actrices de la compañía, Elena Villalba.

Con ella, Borja López, Nuria Vicent, Miguel Rodríguez y Paco Barcia terminan de dar forma a la compañía, que se instituyó en 2008 bajo el nombre de Pirómano Teatro y que en este tiempo ha ido creciendo de una forma imparable sobre el escenario.

Dirigida por Miguel Rojo, Extraordinaria oscuridad reúne también textos de Tarkovsky y Handke, así como algunos escritos por los propios actores donde reflexionan sobre la oscuridad como el hecho de "sentirse perdido", el "no tener un guía a quién agarrarse". De hecho, a través de las redes sociales pusieron en marcha una iniciativa para que sus seguidores les contasen todo tipo de recuerdos que tenía asociados a la oscuridad y que, curiosamente, siempre hacían referencia tanto a las sensaciones de miedo, como a los típicos juegos de la infancia que se hacen a oscuras e incluso a momentos trágicos de la vida.

"Cuando teníamos más o menos claros los textos que queríamos incluir, decidimos dejarnos llevar sobre el escenario y cada uno improvisamos muchas partes. Dejamos las cosas en las que coincidíamos y que nos gustaban a todos y eliminamos las que no creíamos necesarias. Fue un proceso bastante sencillo y espontáneo", recuerda Villalba, que cuenta que son los propios actores quienes se encargan, desde el escenario, de manejar el sonido y la iluminación con dos pequeñas mesas.

Aunque reconocen que Extraordinaria oscuridad es el espectáculo que "más satisfacciones personales" les está dando, los miembros de la compañía no piensan dejar aparcados los espectáculos que tan buenos resultados les han dado en los últimos tiempos. Así, cada dos miércoles actúan en la sala Planta Baja con El correo 3.0, un más que divertido y loco montaje de improvisación que presentaron por primera vez en ese escenario hace tres años y que continúa haciendo que salte la chispa entre ellos; y una vez al mes llevan su particular homenaje al mundo del cine con Impromascope al Colegio Mayor Isabel la Católica.

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