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'Torrente IV': la caspa se rueda mejor en tres dimensiones

  • Santiago Segura, con veinte kilos de más, rueda en Madrid la cuarta entrega de la serie que tiene un presupuesto de 10 millones de euros y los habituales cameos

Veinte kilos de más, ocho millones de euros, diez semanas de rodaje y una generosa dosis de caspa son los ingredientes que, ahora en tres dimensiones, alumbran a Torrente 4, la recuperación del antihéroe más rentable de Santiago Segura que se rueda estos días en Madrid.

"¿Qué más miserias puedo contar de este individuo?", se pregunta Segura cada vez que acaba de rodar una entrega de este ex policía mugriento, machista, nostálgico del franquismo y fan del Atlético de Madrid.

Pero la vida diaria le va llenando de nuevas ideas, porque "lo cutre existe y está ahí", afirmó el actor y director en un encuentro con un grupo reducido de medios. "No soy un pesado. Del último hace cinco años", se justifica. "Es Estados Unidos viven de las secuelas y ni se cuestiona". Después de dar el pelotazo en la primera entrega y despilfarrar en Marbella, siempre sin dejar de delinquir, Torrente está, como buen español de clase media baja, en peor situación económica que nunca. "Está en la miseria absoluta, en el pozo más hondo de la negrura", resumió.

Por eso, en la escena que hoy rodaban se propone destruir un centro comercial de las afueras de Madrid -ciudad que centrará el filme- y prepara una huida en el coche que se exhibe en un stand promocional. "Estamos rodando el final de la película", explicó Segura, quien se muestra muy cauteloso para no desvelar ni un detalle de la trama. Los cameos que han trascendido -María Patiño, Belén Esteban, Kun Agüero o Ana Obregón- han sido confirmados por los implicados, pero no por el director, quien dosifica con cuentagotas los datos de este rodaje, que finalizará el 10 de octubre.

Confiesa tímidamente que le ha "tirado los tejos" a Fernando Alonso para una pequeña aparición, asegura que también se podrá ver a Fernando Esteso, aunque para Andrés Pajares al final no encontró un hueco. También estará Tony Leblanc y, desde luego, elogia a su fichaje estelar: Kiko Rivera, 'Paquirrín'. "Es un monstruo. Siempre me ha parecido muy cómico. Él mismo dice siempre que está sin terminar", explicó entre risas.

Esta pasión por lo episódico y lo no profesional tiene su explicación. "Hay actores que me encantan, pero sé exactamente lo que van a hacer". Y así, con un futbolista o personajes de la prensa rosa se abre a la sorpresa. "Torrente siempre está en la cuerda floja. La gente no sé si va a decir, '¿pero qué mierda es esta?' o '¿cómo vamos a ver este engendro del diablo?'", confesó. Hasta ahora las cifras le han compensado el riesgo. Para la cuarta parte, da una pirueta técnica al asumir las complicaciones del rodaje en 3D. "Algún día no me arrepiento de esta decisión", bromeó y ha añadió que la idea de que la escatología "salpique" al espectador puede hacer de su nuevo filme "la obra cumbre del cine chusco".

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