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Travesía musical por la AlhambraTravesía musical por la Alhambra

  • Rafael del Pino, del Archivo Manuel de Falla, propone en las visitas guiadas al monumento nazarí un recorrido a través de la escucha de música clásica inspirada en el recinto

La Alhambra es tal vez uno de los monumentos más sonoros que hay en el mundo. Y no sólo por el rumor del agua y su escándalo de pájaros de mil colores, sino por la cantidad de música que ha inspirado y la cantidad de música que se ha escuchado en sus rincones, en sus palacios, en sus jardines. De ahí que no sea de extrañar la propuesta lanzada por Rafael del Pino, del servicio de difusión del Archivo Manuel de Falla, para una de las nuevas visitas guiadas al recinto monumental dentro del ciclo La Alhambra de cera: su proyecto Las Alhambras musicales. Dos siglos (XIX y XX) de presencias e imaginaciones. El pasado viernes se llevó a cabo con gran éxito la primera experiencia.

"Es un programa piloto en el que se utilizan las audioguías del recinto para ir paseando por la Alhambra", explica Del Pino. "Pero en lugar de los comentarios habituales de las audio-guías sobre el monumento, lo que la gente va escuchando son pistas musicales, obras musicales como si fuesen una banda sonora para contemplar la Alhambra".

Lo que Del Pino hace es recoger aquellas composiciones musicales que se inspiraron en la Alhambra o fueron interpretadas en el recinto e incorporarlas a la audio-guía con unos pequeños comentarios que se les entregan a los visitantes al comenzar la visita y en los que pueden leer anécdotas de grandes intépretes relacionadas con el espacio alhambreño.

El viernes pasado, la visita comenzó en el Palacio de Carlos V con un grupo de 34 personas a las que se le entregaron la documentación y las audio-guías. Mientras la gente escuchaba la obra En la Alhambra, de Tomás Bretón, en una interpretación de la Orquesta Ciudad de Granada bajo la dirección de Juan de Udaeta, podía leer en la documentación unas notas que el compositor había escrito en 1888 tras una actuación en Granada: "Nos levantamos a buena hora y nos dirigimos a los palacios, entrando primero en el de Carlos V y después en el Palacio Árabe, que yo tengo impreso como si hubiera sido el arquitecto". Horas más tarde, anotaba: "Nos dirigimos al concierto; mucha concurrencia; nos aplaudieron al subir a la tribuna. Mi serenata En la Alhambra repitió; La Pastoral de Beethoven les asustó". De ese modo, los participantes en las visitas guiadas pueden revivir aquellos momentos escuchando la misma música que una vez se interpretó en cada uno de los rincones más emblemáticos de la Alhambra.

Se trata de un paseo por el espacio y por el tiempo con una banda sonora que incluye obras de Brahms, Claude Debussy, Isaac Albéniz, Verdi, Joaquín Turina, Richard Strauss, Manuel de Falla, Xavier Montsalvatge o Richard Wagner en grabaciones históricas en las que aparecen Ataúlfo Argenta y Yehudi Menuhin en 1956, Miguel Fleta en 1923, Elisabeth Schwarzkopf en 1955, Andrés Segovia o Victoria de los Ángeles, entre otros muchos.

"Una vez que a los visitantes se les han entregado las audio-guías y la documentación, ellos pueden irse a pasear libremente, escuchando la música con cierta intimidad, algo que agradecen mucho", explica Rafael del Pino. "La gente va a su aire, escuchando la música individualmente en cada uno de los espacios del itinerario".

La visita guiada por la Alhambra arranca en el Palacio de Carlos V para luego desplazarse a la Puerta del Vino, la Plaza de los Aljibes, en la que se recrea el famoso Concurso del Cante Jondo de 1922 mientras se pueden escuchar seguiriyas gitanas de Diego Bermúdez, el Tenazas de Morón, o al tenor Miguel Fleta. Después el visitante se dirige a la Torre de la Vela mientras se oye la composición de Joaquín Turina del mismo nombre y que el autor dedicó a una hija suya que falleció a los 18 años.

El Patio de los Arrayanes rememora el día en que Elisabeth Schwarzkopf actuó allí interpretando algunos lieder de Richard Strauss, mientras que el Patio de los Leones trae de regreso la fecha en que Andrés Segovia llenó el recinto interpretando Homenaje por le Tombeau de Claude Debussy, de Manuel de Falla.

De ahí, el visitante pasa a la Sala de los Reyes, en donde puede escuchar la obra Laberinto, de Xabier Montsalvatge, que el compositor escribió inspirándose en los estucos de la sala y que asoció al mito del laberinto de Creta. Luego pasa al Peinador de la Reina para escuchar Psyché, de Manuel de Falla, que imaginó un pequeño concierto en aquel lugar para Felipe V e Isabel de Farnesio.

El recorrido concluye en los Jardines del Partal con una sorpresa: el recuerdo de una actuación de la Orquesta Filarmónica de Berlín en 1944, cuando Alemania estaba en plena Segunda Guerra Mundial, y un equipo de rodaje iba filmando sus actuaciones por todo el mundo.

"En la documentación se especifica cuál es cada pista para que el visitante pueda conocer todos los datos y anécdotas durante su recorrido", señala Rafael del Pino, que pretende, ante todo, que el visitante pueda revivir los grandes momentos musicales que se produjeron en la Alhambra a lo largo de los siglos XIX y XX, que quede abstraído, atrapado en ellos.

El recorrido es toda una sorpresa sonora, un viaje por el espíritu musical de la Alhambra, por la música que escuchó y por toda la música que inspiró.

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