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Versos de paz, reflexión y conciencia abren el Festival Ciudad de Granada

  • La colombiana Piedad Bonnett y el venezolano Rafael Cadenas inauguran de forma oficial con una lectura poética en la Huerta de San Vicente la quinta edición del certamen internacional de poesía

El venezolano Rafael Cadenas y la colombiana Piedad Bonnett sellaron con poesía una paz simbólica entre dos países cuyos Gobiernos andan ahora a la gresca pero cuyos pueblos sólo saben de vida cotidiana y de cómo ganarse el pan. Fue una forma brillante la de ayer, una guerra de versos susurrados, dichos el uno al otro, para comenzar de forma oficial el Festival Internacional de Poesía de Granada, que este año tiene como figuras centrales la desaparecida de Ángel González y la presente de Francisco Brines.

Fue en la Huerta de San Vicente, delante de la casa en la que solía sestear García Lorca en los veranos de su madurez, donde Cadenas y Bonnett -que fueron presentados por el catedrático Ángel Esteban- estuvieron recitándose mutuamente los versos y honrando al poeta granadino.

El acto fue inaugurado por el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, ante una Huerta de San Vicente que estaba absolutamente repleta de público. "Se pone de manifiesto", dijo Torres Hurtado, "la acogida que está recibiendo esta aventura. Granada necesitaba este festival, espero que cada vez tengamos más éxito".

"Imagine lo que es para una poeta como yo estar en una tierra con una tradición poética tan importante", decía Piedad Bonnett poco antes de salir a recitar. "Aparte de ser una ciudad preciosa, y ser la tierra de Lorca y de muchos otros poetas, es un sitio donde se respira poesía por todas partes". Para Bonnett fue todo un honor tomar parte en el acto inaugural del certamen y hacerlo de la mano de un poeta venezolano. "Yo admiro muchísimo a Rafael Cadenas. Ambos somos de dos naciones que aparentemente están peleando. Pero nosotros representamos la reconciliación. La poesía siempre representa la reconciliación. Los Gobiernos pueden estar peleados, pero los pueblos siempre están en paz".

A Piedad Bonnett siempre le ha sorprendido mucho el alto nivel poético que hay en España. "Conozco a una buena parte de los poetas españoles, aunque no en toda su extensión. Allí nos llegan algunos nombres, pero lo que sí noto es un resurgir en la poesía ahora. Después de la Generación del 27 y de la Generación del 50, hubo un silencio grande en España, hubo un momento en que nos desconocíamos mutuamente. Ahora, sin embargo, han vuelto a surgir vínculos que nos hacen cruzarnos mucho más. En España la poesía de nuevo tiene un lugar".

En lo que respecta a Colombia, curiosamente, la poesía tiene una tradición mucho más poderosa que la narrativa. Sin embargo, autores como Gabriel García Márquez hicieron que pareciese al revés. "La tradición poética colombiana es mucho mejor que la novela", decía Bonnett. "Lo que pasa es que siempre hay hitos novelísticos, pero la poesía tiene una historia muy asentada. Sí es cierto que estamos un poco enclaustrados. Ahora hay poetas muy interesantes como Aureliano Arturo".

Rafael Cadenas, por su parte, expresó su emoción por estar en la casa de García Lorca. "Hace unos cuantos años estuve aquí con mi esposa y en aquel momento no me podía imaginar que me iba a tocar otra vez visitar este lugar, pero ya como lector".

"Yo leí muchísimo durante mi juventud a los poetas de la Generación del 27 y este acto tiene para mí una significación especial. Hay una vinculación como lector con los poetas del 27. Yo fui profesor de Literatura y he dado cursos de Poesía del Siglo de Oro, la Generación del 98 y la del 27. Sin embargo, tuve mucha dificultad con generaciones posteriores porque me costaba mucho encontrar los libros".

Respecto a la simbólica paz sellada ayer con poesía, Cadenas dijo que "se le puede dar el significado de la paz de los pueblos". "Hace poco se publicó un manifiesto firmado por 25 escritores colombianos y 25 venezolanos en favor de la paz entre los que se encontraba Gabriel García Márquez".

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