El Museo Arqueológico de Granada ha reabierto sus puertas esta mañana para inaugurar la primera exposición en ocho años. La muestra de carácter semipermanente, titulada Tesoros del Museo Arqueológico de Granada, reúne una selección de las 150 mejores piezas de su colección en el edificio de la Casa de Castril. "Abarca todos los periodos de la historia, desde los orígenes del primer habitante humano en la península ibérica hasta la conquista cristiana de Granada por parte de los Reyes Católicos. Por esta tierra han pasado todas las culturas", ha destacado el director del Museo Arqueológico, Isidro Toro, en la reapertura a la que han asistido el alcalde de Granada, Francisco Cuenca; el consejero de cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez; el director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luís Lafuente; la edil de cultural del Ayuntamiento, María de Leyva; y el  delegado de Cultura de la Junta en Granada, Guillermo Quero, entre otras personalidades políticas.

El visitante empezará por el diente del niño de Orce, el fósil humano más antiguo de Europa, y acabará en el astrolabio Ibn Zawal, una pieza fechada en 1481. El instrumento de precisión que se utilizaba como observatorio y como ábaco de cálculo astronómico es uno de los 40 que se conservan en el mundo. Entre las piezas más interesantes se encuentran los ídolos de Cúllar Baza, la Estela de Fonelas, los restos de las necrópolis fenicias de Almuñécar, el togado de Periate y el mejor mosaico romano de los Mondragones.

El nuevo discurso expositivo se estructura en grandes periodos cronológicos y se articula en tres salas alrededor del patio central para ofrecer piezas del Paleolítico, el Neolítico o la Edad de Bronce hasta llegar a la Cultura del Argar de la primera sala. La segunda exhibe vestigios de las diversas culturas colonizadoras como el huevo de avestruz pintado, símbolo del renacer, piezas funerarias íberas o los relieves de los caballos procedentes de Trasmulas, y una tercera expone el mundo romano, con ejemplos como la Venus de Paulenca y el togado de Periate. El patio del renovado museo alberga desde hoy los capiteles nazaríes y piezas de gran formato que se corresponden con las épocas romana, antigüedad tardía y andalusí, como el Mosaico de la villa de Mondragones.

La reapertura parcial del espacio ha sido posible gracias a la acción conjunta entre el Gobierno central y la Junta, que han llevado a cabo unas obras de remodelación con un coste de más de 630.000 euros para adecuar la museografía al edificio del siglo XVI. "La intervención ha sido habilitar la planta baja y la planta de acceso del museo para dotarlo de las condiciones técnicas y de accesibilidad necesaria para la exposición. Se ha hecho de la manera más neutra y discreta posible. Destaca los valores del edificio. Hemos abierto las ventanas para ver el callejón de Zafra, el jardín de atrás", ha explicado el arquitecto encargado del proyecto, Francisco Reina, que ha subrayado que muchos visitantes quedarán impresionados al poder ver la Alhambra desde la segunda planta.

Granada salda parte de la deuda que tiene con su museo arqueológico que reabre sus puertas tras permanecer cerrado ocho largos años, en los que se han sucedido una serie de retrasos y numerosas manifestaciones impulsadas por la plataforma Arqueológico Ya, que ha advertido esta mañana que "esto tiene que hacer pensar a la ciudadanía y a la clase política granadina, que durante años obvió el tema y fuimos nosotros quienes tuvieron que sentarlos a hablar".