Poetas Emergentes

"El arte se mueve y hay que crecer con él"

  • Autodidacta y con discapacidad física, Daniel Villacreces encara su poesía con la voluntad de un peregrino constante que no renuncia a llegar a su destino desde Salobreña a la eternidad

Hay poetas emergentes que en su juventud empujan doblemente con la razón y el corazón. Daniel Villacreces (La Caleta, Salobreña, 1991) reúne una inquietud aplastante, se ve obligado a desplazarse en silla de ruedas y ello no le roba humanidad alguna. Sensible y sereno escribe versos que nunca fueron y se anima como un doncel con su halcón peregrino volcando su creatividad también hacia el universo de la poesía escénica donde teatro y música crean espacios abiertos a la poesía que rompe moldes tradicionales. Autodidacta y lúcido Dani Villacreces ha editado por sí mismo dos libros La partitura de silencio (2015) y Mangata (2017) tiene en Salobreña, en esa bella localidad de la Costa Tropical granadina encaramada bajo su célebre Castillo Real Nazarí, su nido de belleza creativa. Incansable a desaliento alguno donde ser persona con discapacidad física pareciera que le limita, en realidad, le agranda su espacio poético donde trama versos en sentimientos libres y lejanos del hombre-masa que Ortega y Gasset describiese futurista y profético en La rebelión de las masas.

Acentuado por las brisas marinas de un Mediterráneo que se hermana a su alma susurrándole emociones jamás satisfechas, Villacreces, lo versifica tal como las olas se rompen en su playa de Salobreña. Lo único que le altera su paciencia es que la empresa de autobuses Alsa lo ignore y lo deje en tierra porque, ni avisando a la misma tal como recoge la normativa, lo atienden por su discapacidad física. Los abusos en este ámbito suelen frustrar no pocas aspiraciones a la hora de desplazarse seguro en el transporte público porque, dejándolo en tierra, se deja también el respeto por las normas. Pese a estos contratiempos que hasta el más pintado lo sacarían de sus casillas, Dani no ceja y piensa ponerlo en conocimiento de su ayuntamiento. Ha sido esta institución local precisamente, gobernada por una alcaldesa socialista, la que le ha granjeado apoyos para poder realizar en su teatro municipal una representación de poesía escénica junto a otros poetas emergentes y artistas jóvenes. El éxito fue enorme llenándose el teatro para gozar de las visones que poesía, teatro y música se entrelazan armónicas entre la imaginación poética que Dani Villacreces atesora.

Su poesía es elegantemente crítica y brilla por su sensualidad donde desplaza lo accesorio centrándose en lo principal. Dani no es ajeno a su sino y observa por la mirilla de su discapacidad física cómo el resto de los mortales deambulan con su diaria rutina quizá sin valorar en el real de sus vidas que hay movilidades que sólo se consiguen igualar cuando la solidaridad y el apoyo mutuo cobran cuerpo de humanidad. En su juventud de poeta emergente, de sentirse pirata en tierra como dijo Rafael Alberti, le obligan a crear poemas con un gran germen de vida y circunstancia y cuya única pompa sería que la empresa Alsa lo tuviese en cuenta a la hora de sentirse un cliente más y no verse ninguneado porque tenga que viajar en silla de ruedas.

Dani Villacreces entiende la poesía como una disciplina emocional, sensorial y sentimental pero no la decora con barroquismo moral ni tampoco con geometría rosa sino con el convencimiento de que poesía, lo que se dice poesía, somos él con todos los demás.

-¿Cómo le influye el mar en su poesía?

-Es para mi obvio que eso influye.

-Usted se desplaza en silla de ruedas. ¿Qué conlleva mayor movilidad a la hora de trasladarse; la razón o el corazón?

-Las emociones siempre.

-¿En realidad qué espera de quienes le oyen recitar cuando toma un poema?

-Mirando sus rostros el sentimiento que eleva su emoción.

-¿Poeta de amor, de muerte o de vida?

-Poesía entre la dualidad que viaja de la vida a la muerte.

-¿Ha podido publicar algo?

-Sí, dos libros: el primero titulado La partitura del silencio, editado en 2015, y el segundo llamado Mangata, publicado el año pasado. Y en espera de un tercero que será una sorpresa.

-¿También participa en poesía experimental con teatro y música?

-Sí ante la evidente necesidad de salir de una zona de confort. El arte está en continuo movimiento y hay que crecer con él.

-¿Cuando viaja a Granada, capital en silla de ruedas, es como lo del AVE en Loja?

-El nivel de inteligencia de sus autores está a ras del suelo; en los dos casos.

-¿Qué poeta le hace poner el turbo?

-A mi la inspiración la encuentro diversificada y por ello la puedo encontrar también en cualquier canción de heavy metal.

-¿Que Lorca fuese gay lo observa como una discapacidad social de su tiempo?

-Por supuesto. El tratamiento que tuvo la sociedad franquista en cuanto a la identidad sexual del poeta fue una discapacidad que roza el crimen.

-¿Ha visitado la Alhambra en silla de ruedas?

-Quién mejor daría la respuesta sería el encargado de hacer más accesible la Alhambra y cuando veas la cara que te ponen verás la respuesta.

-¿Alguna institución le ha prestado algún aliciente como poeta emergente?

-Hace unos días hicimos una obra de teatro-fusión aquí en Salobreña y el ayuntamiento, María Eugenia la alcaldesa y Juan Alcalde (encargado del auditorio municipal), se portaron brillantemente con todos nosotros así como Belén, la concejala de Cultura, y todos los trabajadores.

-¿Qué le parece la epidemia de poesía exprés por las redes sociales?

-Es una temática que debe trabajarse mucho porque desde mis perspectiva esta oleada de poesía es superficial y en general vacua.

-¿Quiere enviar un mensaje exclusivo a la opinión pública a propósito de sentirse poeta de la Costa?

-Bueno… Es un privilegio residir en La Caleta-Salobreña y aquellas personas que desean disfrutar de la vida deberían de venirse por aquí.

-¿Estaría mejor la Puerta de Bib Rambla en su plaza?

-' la historia en el lugar que no le corresponde es un crimen artístico.

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