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Una bandera de la I República estrena el Museo de la Memoria

  • La futura institución de CajaGranada invita a todos los andaluces a la cesión para sus fondos de piezas particulares que guarden valor histórico y documental

A falta tan sólo de un año para la puesta en marcha del Museo CajaGranada de la Memoria de Andalucía, la institución ya cuenta con su primera pieza: una bandera española original de la Primera República y de la que únicamente existen diez ejemplares en todo el país. La bandera, que fue hallada a través de internet por el presidente de CajaGranada, Antonio-Claret García, respeta en su totalidad el espíritu con el que nace el Museo: convertirse en lugar que facilite la comprensión de la realidad histórica andaluza y que reafirme su conciencia de pueblo.

La bandera que ya integra el futuro Museo de la Memoria fue adquirida en una casa de antigüedades de Barcelona, aunque se cree que su fabricación pudo llevarse a cabo en Granada, ya que la mayor parte de las primeras banderas bicolores para la Armada se fabricaban en aquella época en los talleres que existían en el Albaicín y en la actual calle Recogidas, aunque en los posteriores fue trasladándose a otras partes de España.

"Se trata de una auténtica reliquia histórica", apostilló el presidente de CajaGranada, que quiso instar a todos los ciudadanos a que colaboren de manera activa en la creación del Museo a través de la cesión o donación de aquellas piezas de propiedad de sus antepasados que consideren que puedan tener un lugar en esta institución. "La intención de CajaGranada no es tener un museo propio, sino un museo ciudadano que reúna piezas desde la Prehistoria hasta la actualidad y referentes a todos los ámbitos", destacó García. Asimismo, también avanzó que la entidad que dirige se compromete a restaurar y conservar en las condiciones más adecuadas todas las piezas que sean cedidas para el Museo y que guarden un valor histórico y documental relevante para el conocimiento de la realidad de aquellos años.

La importancia de la bandera con la que se abren los fondos del Museo de la Memoria reside en los escasos ejemplos de enseñas de características similares que existen. Con la proclamación de la Primera República, los colores rojo y amarillo elegidos en época de Carlos III (1785) para identificar a los navíos de la Armada Real en alta mar se mantienen, pero ya se opta por modificar el escudo que identifica a las dinastías y por sustituir la corona real por la corona mural. Lo convulso de aquellos años y las dificultades económicas que los marcaron obligaron en muchas ocasiones a la picaresca y a tener que adaptar el material existente. Así, y en lugar de añadir la nueva corona al escudo, se convirtió en un uso extendido para las nuevas banderas crear parches de tela amarilla que tapasen la corona real, tal y como observó el presidente de la entidad ante la enseña.

Según los primeros estudios, la bandera fue realizada en torno a 1870 y está compuesta por tres franjas de tela que mantienen a su izquierda la vaina de loneta y la driza de cáñamo que permitía que fuese izada. El deteriorado estado de conservación de la pieza va a obligar a su restauración en las próximas semanas por parte del equipo técnico del Instituto de Patrimonio mientras se mantiene a la espera de un lugar de referencia en el futuro Museo de la Memoria de Andalucía.

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