Lo mejor, sin duda, está al final, en ese Love and Love Again de aire cinemático y ascendente jazzy sobre el que la preciosa voz de Jesca Hoop se mece sedosa. Hasta llegar ahí, no obstante, se alternan razones de sobra para concluir en que esta chica de curiosa historia -elogiada por David Byrne, fue sin embargo su condición de niñera de las criaturas de Tow Waits la que le allanó el camino en la industria- figura ya por derecho propio en la penúltima lista de lumbreras renovadoras del excitante panorma neo-folkie norteamericano. Sígale la pista.