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La otra cara de La Tarasca

  • El Museo Casa de los Tiros acoge una muestra que amplia la visión de la festividad local con piezas traídas de Francia, donde nació la tradición del dragón

Una oportunidad para conocer las otras caras de La Tarasca. El Museo Casa de los Tiros acoge una exposición, que recorre las características de una tradición que surgió en el siglo XVI, para ampliar la visión que existe de La Tarasca como una festividad local, andaluza, a una celebración mediterránea y europea.

Las Tarascas del Mediterráneo. De Tarascon-Arles a Granada, que se podrá visitar a partir del mañana, reúne piezas traídas expresamente de Francia: tres Tarascas, una de ellas a la entrada del museo, copia de otra original, otra que se registra como la más antigua de Francia, y una cabeza hallada en un granero de La Provenza, todas ellas catalogadas por la Unesco como Bien Inmaterial de Interés Cultural. A éstas se suma otra Tarasca originaria de Granada que ha sido restaurada. Completan la muestra carteles anunciadores de la Feria del Corpus, que datan de finales del siglo XIX y principios del XX, de estilo modernista, y citas literarias de autores de la época describiendo las fiestas del Corpus, así como planos de la feria de entonces, en la que, en lugar de casetas, se instalaban templetes, para vender artículos como prendas de seda o tabaco, entre otros. Además libros, manuscritos, fotografías y pinturas integran una exposición que el comisario definió como "irrepetible" por la complejidad de su montaje y la oportunidad de contemplar varias piezas que provienen de Provenza y Arles, lo que "ha dejado en estos días a Francia sin su Tarasca", añadió.

El objetivo de la exposición es la de dar a conocer las distintas tarascas en el mundo. "La de Granada no fue la primera ni probablemente será la última", indicó ayer en la presentación el comisario José Antonio González Alcantud, "porque ahora se están recuperando otras ciudades en España en lugares donde las hubo". La continuidad de la misma es lo que diferencia a Granada de otras localidades donde "ha permanecido sin interrupción desde el siglo XVI". La exposición pretende demostrar que el origen de ésta fiesta nace en Tarascón, en la desembocadura del río francés el Ródano, dando nombre al pueblo, y que además ha formado parte de la costumbre de Arles, una localidad situada en las proximidades del río.

El carácter profano de la fiesta es el nexo que vincula la celebración entre el pueblo francés y el español, a pesar de que inicialmente surgiera a raíz de la figura del dragón, un híbrido con caparazón de tortuga, garras de mamífero y cara androide, que amenazaba a los campesinos próximos al río del Ródano. Cuenta la leyenda que Santa Marta, hermana de María Magdalena, consiguió domesticar al monstruo y sus problemas se resolvieron, aunque las verdaderas amenazas eran las inundaciones que anegaron el pueblo francés. A partir de ese momento comenzó a expandirse La Tarasca por el mundo, y "la más sureña es la de Granada", indicó, "de ahí que el hermanamiento con Tarascón guarde un gran significado, que esperamos que dé lugar a la recuperación de otras Tarascas". El primer director de la Casa de los Tiros Francisco de Paula Valladar y el poeta provenzal Frederic Mistral, fueron dos figuras relevantes uno en Provenza y otro en Andalucía que tuvieron el mismo espíritu de recuperación de las fiestas para darle además una dimensión lúdica.

La exposición permite conocer los distintos momentos de la historia de Granada en los que se vivieron éstas fiestas que han cambiado y evolucionado de forma paralela a los intereses lúdicos de la sociedad. Las piezas que conforman la muestra y dan una visión internacional del evento provienen del Museo de Arles, del Archivo de Barcelona, el Ayuntamiento de Provenza. Los monstruos de la procesión, uno de los protagonistas del día de La Tarasca, se convierten en unos personajes que pretenden "divertir al público", explicó González Altayud, "las figuras están hechas para hacer reír, lo que hace que la fiesta sea tan popular y no controvertida".

"Es una exposición que gira en torno al Mediterráneo y hace un guiño, entre muchos otros a la festividad con el patio, que cuenta con una iluminación que recuerda las bombillas de gas del salón, a la coronación del poeta Zorrilla, el templete es una recreación de la arquitectura efímera tan característica en Granada proyectada por los románticos", explicó ayer el director de la Casa de los Tiros Francisco de la Oliva. A través de folletos, recortes, los catálogos, la muestra revive unas en las fiestas en las que se vendían sedas, tabaco, café, artículos de alto lujo, que desplegar un recuerdo que no debemos olvidar, con el que se une el regionalismo de Francia con el granadino, que es lo que se defiende con la exposición", puntualizó.

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