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Una cautivadora Noa pone a sus pies al público

noa y la orquesta ciudad de granada

Programa: 'SymphoNOA' y otros trabajos de la cantante. Solistas: Noa (voz y percusión), Gil Dor (guitarra). Director: Ilan Mochiach. Lugar y fecha: Palacio de Carlos V, 7 de julio de 2015

La cantante Noa cautivó al público asistente en el Palacio de Carlos V con un espectáculo sugerente y lleno de belleza y conciencia, en una noche en la que la Orquesta Ciudad de Granada, dirigida por Ilan Mochiach, y el guitarrista Gil Dor fueron sus compañeros de escena.

Sin lugar a dudas, Noa triunfó la pasada noche en su actuación dentro del Festival de Granada, acallando las voces escépticas que cuestionaban si este tipo de música debería entrar dentro de un festival internacional o si programarla junto con una orquesta clásica resultaba oportuna. La fusión entre la delicada y versátil voz de la cantante israelí y la perfecta sonoridad de nuestra Orquesta Ciudad de Granada fue no sólo muy oportuna, sino que además ofreció múltiples matices y réplicas dignas del mejor espectáculo a nivel internacional; todo ello sin olvidar una discreta presencia, la del guitarrista y arreglista Gil Dor, colaborador habitual de Noa, con quien tiene una complicidad artística muy singular.

Noa es una cantante comprometida que aboga por la paz y la defensa de los derechos humanos, facetas que se han visto en su música desde sus primeros tiempos. Parasu actuación en Granada eligió una selección de canciones de su último trabajo, Love Medicine, que fue engarzando con otros grandes éxitos suyos de álbumes anteriores. En un espectáculo magistralmente diseñado, la cantante mantuvo en vilo al público durante dos horas sin interrupción, demostrando sus espléndida voz, su vibrante directo y sus dotes escénicas.

La primera parte del programa estuvo centrada en canciones de corte tradicional y folk. Desde los primeros acordes de la obertura, interpretada en solitario por la OCG, pudimos descubrir que no se trataría de un concierto al uso. Un magnífico trabajo de amplificación permitió no perderse ningún matiz ni de la realización orquestal ni de las partes solistas. De repente, como aparecida por arte de magia, Noa comenzó a cantar Three Days y la atmósfera se llenó de aromas y colores sugerentes. A ésta le siguieron varias canciones en hebreo que, gracias a las aclaraciones en español de la cantante, se hicieron un hueco en el corazón de los oyentes. Así, la fábula sobre la creación Bereshit, o la canción tradicional yemení Yuma fueron momentos mágicos de la velada, en la que no hizo falta traducción simultánea para entender su mensaje de esperanza y amor a la vida.

En el interludio del concierto el director Ilan Mochiach y la OCG en solitario acometieron la interpretación del Intermezzo de Goyescas de Enrique Granados, una música festiva y popular de aire tradicional muy a propósito para la velada.

La segunda parte del programa se inició con Little Star, una de las canciones del último trabajo de Noa; basada en la conocida canción infantil Ah vous dirai-je, Mamam, a partir de su melodía se realiza una reflexión sobre el holocausto vistos desde la óptica de una niña. Esta canción cautivó años atrás el corazón del Papa Juan Pablo II, para el que Noa actuó. También pensando en la inspiradora biografía de este Pontífice compuso Look at the Moon, una preciosa canción de amor.

La colaboración de Noa con artistas de talla internacional ha tenido en España un interesante reflejo. Así, fruto de su amistad con Joaquín Sabina compuso You-Tu, que ambos han cantado y grabado en una versión anglo-española; el agudo juego de palabras de su letra y la sensualidad de la cantante hicieron de su interpretación un momento memorable. Igualmente delicada fue la canción Caprichoso el azar, de Joan Manuel Serrat, con una mayor concesión a la melodía.

De entre los grandes éxitos de su carrera Noa quiso rescatar la emblemática canción Beautiful that Way, compuesta para la película La vida es bella. En este punto de la velada la complicidad de la cantante con el público, totalmente embelesado con su calidad vocal y su gracia interpretativa, se materializó en una interpretación conjunta, ya que Noa fue dando la réplica a los asistente, que corearon el estribillo del tema.

El concierto se cerró con dos canciones enraizadas nuevamente en la música folk israelí: la rítmica y chispeante Child of Man y la tradicional Keren or. La prolongada ovación del patio del Palacio de Carlos V, puesto unánimemente en pie ante una de las voces más prodigiosas del panorama moderno actual, hicieron a la cantante ofrecer dos canciones extra de despedida: Chicken Coop Aria, una canción infantil que reflexiona sobre la discriminación de género, y Glitter and Be Gay, canción sacada de la opereta Candide de Berstein. En ambas canciones Noa evidenció su amplio desarrollo vocal y capacidad interpretativa, al acercarse al registro lírico con altas cotas de calidad.

Fue una noche memorable, en la que una estrella bajó del firmamento para mostrarse en todo su esplendor ante el público granadino, cautivándole sin remisión.

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