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La cercanía de África

¿Dónde empieza África y dónde termina? ¿Andalucía forma parte del Magreb? Geográfica y políticamente es una evidencia que no. Pero, ¿y musicalmente? Durante bastante tiempo se experimenta el casamiento de los sonidos flamencos con los sonidos árabes. Es la primera vez, sin embargo, que el flamenco se intenta fusionar el flamenco con la música sudanesa. Juan Pinilla, cantaor todoterreno y Josele de la Rosa, tocaor versátil, se han unido a la agrupación Kambala para ofrecernos una mezcolanza de resultado dispar.

Reía Manolo Sanlúcar exclamando que el flamenco es mestizo por naturaleza. No hay que tenerle miedo a lo desconocido. Algunos momentos del concierto sería para grabarlos como ejemplo de la perfecta comunión. El sonido, en cambio, no estuvo a la altura. Como casi siempre, La Chumbera deja mucho que desear en ese aspecto. No hubo estridencias excesivas en un principio, pero sí descompensaciones. A capela comienzan. La voz melódica de Rasha se solapa con algunas tonás de Juan, que acaban impregnándolos con aires malagueños. Un tema musical llamado Las mil y una noches, de influencia egipcia, nos hace ver la calidad de los músicos. Omaima, la danzarina, aparece por primera vez. El origen del término flamenco, Fellah Menga da nombre a unas bulerías de Cádiz con dimensiones tribales. Wafir, con el laúd eléctrico, nos convence de su buen casamiento. Guitar shog es un tema afroárabe de tradición medieval. Pinilla demuestra su valer por levante. Los mejores momentos de la noche empiezan cuando el espíritu morentiano planea en la escena. Pasamos a continuación a Marruecos con un par de temas. Las cracabas, los tambores y el baile de Otman nos trasportan al ceremonial del país vecino. El mejor tema, sin duda, llega otra vez con los tangos de Morente que se imponen en un tema popular argelino. Como fin de fiestas Habibi, con tangos del camino, dedicados a Curro Albayzín, cierran la noche.

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