Gabino Diego. Actor

"El cine, como el país, ha cambiado; pero el teatro, menos mal, no tanto"

  • El madrileño vuelve a Granada con 'Nuestras mujeres', una obra mezcla de comedia y 'thriller' que se verá este fin de semana en el Isabel la Católica.

Gabino Diego regresa al teatro Isabel la Católica este fin de semana para presentar, junto a Antonio Garrido y Antonio Hortelano y con dirección de Gabriel Olivares, la obra Nuestras mujeres, cuyo enorme éxito en Francia cabe explicarlo en gran medida, dice, gracias a la astuta mezcla de comedia negra y thriller que contiene el texto de su autor, Eric Assous.

"La obra se abre con un personaje diciendo que ha matado a su mujer, una especie de bomba que se pone en el escenario nada más empezar", explica Gabino Diego, aunque para no confundir a nadie aclara de inmediato que aquí el tema en cuestión "no va sobre la violencia de género". "Ese comienzo sirve para que a los personajes de algún modo se les caigan las máscaras, porque de entrada surge un dilema para los otros dos a los que este hombre se lo cuenta: ¿qué hacemos, lo denunciamos...? A partir de ese punto, ocurre que los que personajes que parecen más inocentes, más puros y más nobles con sus parejas se van revelando como quizás no tan idílicos. Es una función que te tiene pillado desde el principio hasta el final porque tiene muchos giros".

En el montaje tan sólo aparecen estos tres hombres, pero las mujeres, dice el actor, "están planeando todo el rato sobre el escenario, como si los estuvieran viendo o espiando". "De hecho", dice, "las mujeres que vienen a ver la obra salen muy contentas. Todos los productores tuvieron la misma duda, temieron que pareciera demasiado masculina y no les interesa a ellas, pero ese miedo no tiene fundamento, no sólo porque en Francia lleve ya tres o cuatro años ininterrumpidos en los teatros y hasta se haya hecho una película a partir de la obra. La función es para todos, hombres y mujeres, porque habla de muchas cosas: de la amistad, de la humildad, de no ir dando lecciones a la gente cuando no tienes solucionados los problemas en tu propia casa... Todo eso se va descubriendo durante la función", dice Gabino Diego, uno de los actores más singulares del cine reciente español, y durante los años 80 y especialmente los 90 uno de sus rostros más familiares tras su participación en títulos como El rey pasmado, Amanece que no es poco, Belle Époque, El viaje a ninguna parte o Los peores años de nuestra vida.

Películas en las que el actor asumía papeles cómicos, aunque sus personajes, en realidad, se pasaban el rato sufriendo. "Lo que me gustó de mi personaje en Nuestras mujeres fue precisamente eso, la cantidad de matices que tiene. Hay comedia, hay drama, hay ternura. Lo que yo siempre he tratado de dar a los personajes. En cada función procuro buscar el drama porque todas las comedias tienen un drama por debajo, y si no lo tienen, entonces hay que buscarlo. Mira si no películas como Ser o no ser de Lubitsch o El apartamento de Billy Wilder, que a veces no sabes si es una comedia o un drama. Yo de hecho me he especializado en esos personajes de los que la gente se ríe por lo mal que lo pasan... Eso es la comedia".

En los últimos tiempos es fácil encontrarse a Gabino Diego en un teatro, pero no tanto en la gran pantalla. "No es tanto que tenga yo aparcado el cine... A ver, a mí, como a cualquier actor, lo que me gusta es actuar. En cine o en televisión o en teatro. Y desde luego te garantizo que soy feliz haciendo teatro. Nuestras mujeres, sin ir más lejos, la están haciendo en Francia los mejores actores de allí, así que para mí la obra es un regalo. Por otro lado, es indiscutible que el cine ha cambiado. Pero bueno, mira por ejemplo lo que ha ocurrido con José Sacristán: estuvo mucho tiempo haciendo teatro porque no le llegaban proyectos para el cine, y ahora...".

"El cine se ha transformado como se ha transformado España. Igual, ¿no?", dice sobre el cambio en el paisaje del cine español este actor que compartió trabajos con Fernando Fernán Gómez, José Luis López Vázquez, Manuel Alexandre o Agustín González, pertenecientes a una estirpe del oficio muy diferente a la de los rostros bonitos y televisivos y los cuerpos de revista de tendencias. "Bueno, aquellos actores vivieron una época de nuestro cine y de nuestro país, eran fruto de la España de su momento. E hicieron películas muy buenas y otras no tan buenas. Pero ahora también hay actores maravillosos. La industria es distinta, sí, y también lo es la forma de ver el cine. Ha cambiado todo. Como el país. Lo q ue parece que nunca cambia tanto, menos mal, es el teatro. Pero en cualquier caso a mí lo que me gusta es trabajar y no dejar de aprender, al margen de en qué medio lo haga".

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