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El ciudadano gitano que vive libre y a su manera

  • Tomasito recala esta noche en la sala Aliatar con una gira en la que recoge grandes éxitos como 'Torrotrón' o 'Camino del hoyo'

El ciudadano gitano que vive libre y a su manera

El ciudadano gitano que vive libre y a su manera

Caminaba un ciudadano gitano por las calles de su Jerez natal. Flaco como un suspiro, quizás sea eso lo que le infunde la ingravidez para andar contento. Libre y a su manera, eso está claro. Y también nervioso, no hay quien lo pare, sobre todo en el escenario, donde la fiera aleopardada se contorsiona a ritmos flamencos sin decantarse por un palo sobre otro. 'Panflamenco' y cantando a su manera, interpretando la vida de una forma que con escuchar sus canciones caerían en el olvido todos los títulos de autoayuda. La música cura, y la de Tomasito revive los cuerpos. Si padecen de letargo por el azote del termómetro esta noche en la sala Aliatar hay que sumarse al compás de Tomasito.

Más de veinte años y no se corrige, este gaditano sigue estando 'azalvajao'. Un ciudadano gitano con poco espacio en su escueto cuerpo para los complejos y los protocolos. Se consigue ser libre y vivir a su manera siguiendo una receta sencilla: "saliendo a la calle y enfrentándose a la vida día a día", o sea, "andando pa' rriba y pa' bajo y yendo a tu bola", explica el maestro. Dentro de la industria musical también lo consigue, es una de esas rara avis que se mantienen como conservado en ginebra desde hace casi 30 años. "Lo mismo te canto por bulerías que me marco un rock and roll", asegura, aunque el baile también tiene mucho que ver con este hombre, que para él es libertad. "Tú te puedes menear como te de la gana" y amén.

El Libre y a mi manera es el único tema inédito de este disco de grandes éxitos llamado Ciudadano gitano. Dice que lo eligió entre el repertorio de sus nuevas canciones porque "hace falta seguir este estilo de vida", además por supuesto de su gusto por los tangos así que decidió hacer este "regalo" a sus seguidores.

De un recopilatorio que pretende sacar lo mejorcito de toda una carrera con siete discos, el artista dice que se le han quedado fuera muchas -"tela" en realidad-. "No es tan fácil, dices, a ver qué elijo. Pero el corazón me dijo que tenía que coger estas", cuenta. Aunque de entre todas su favorita quizás sea -por el apego natural a las primeras veces- Torrotrón y Bandolero, una de las primeras que grabó en su vida.

Sobre el escenario eso sí, gana por goleada Camino del Hoyo, que se deja querer y se expande cuando el tablao lo permite. "El disco está bien pero en directo lo exagero un montón, se vive más. Hay canciones que en directo salen distintas, te desatas más", cuenta divertido de recordarse durante el show.

Esta gira de Ciudadano gitano se está dilatando -lleva casi dos años con ella- y se debe al éxito cosechado. Como dijera un día el pinchadiscos Paco Burgos, la gente quiere escuchar en una sala lo que escucha en su casa. De hecho con este disco aún le queda mucha guerra que dar, desde el Viñarock, pasando por el Sonorama, salas en Londres y Berlín hasta la siempre gloriosa Joy Slava madrileña el 24 de febrero.

Esta es la segunda vez que visita Granada en menos de un año, tiene apego por estas calles ya que como él dice se fue a comprar tabaco y acabó viviendo seis meses en las cuevas del sacromonte. Compartió techo con los compositores de La cacerola, El abandono y Camino del Hoyo hasta que le llamaron de la mili. Mala suerte, de aquí pudieron salir otros tantos grandes temas.

Cuandos las tablas ven venir a Tomasito, siempre elegante y arreglado -aunque normalmente se desate y acabe en ropa interior- saben que la noche será efervescente. Cantar, bailar…al artista le da igual arrancarse por una cosa o por otra. En alguna ocasión ha dicho que es un bailaor frustrado, por eso no es de extrañar que sus directos tengan de todo. "Cuando bailo me suelto más y si tengo espacio mejor todavía".

Tomasito no entiende de industrias, no le importa que su música no se mueva en lo comercial. El gitano se debe a lo que siente, quizás, dice, ese sea el motivo de que consiga arrastrar a más de una generación a sus conciertos. Ya lo dice en Sobreviviré, "me gusta el funky, me gusta el rock, me va la marcha del torrotrón, volando voy, volando vengo…". No hay más, sin complejos ni ortodoxias, cuando Tomasito canta los géneros se diluyen y cogen su propia vereda.

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