Solamente durante tres semanas al año esta ciudad puede disfrutar de un escena que envidiarían las grandes capitales europeas: la cultura haciéndose dueña y señora de las calles, emperatriz de adoquines, soberana de rincones escondidos que prefieren las luces tenues.

Estos aires de libertad creativa los trae consigo el FEX, la extensión 'urbana' del Festival de música y danza que ayer volvió a seducir la mirada a veces tímida y esquiva de los paseantes. Una de las razones por la que parte de Granada aplaudió al aire libre la pasada jornada fueron unos sultanes del swing con un estilo algo más colorido que los de Dire Straits: el Pasacalles de Swing formado por Graná Swing y Baila Swing Fin que recorrieron la ciudad acompañados por la formación almeriense Dixieland Clasijazz.

Además una legión de 'metales', invitados por la federación de bandas de música de la ciudad, entonaron alegres fanfarrias durante la mañana y la tarde haciéndose dueños improvisados de balcones y esquinas de la ciudad interpretando breves piezas que avisan del arranque de la programación del 66 Festival Internacional de Música y Danza de Granada.

El ciclo de Conciertos Solidarios llenó ayer el patio del Ayuntamiento de música nórdica con el Coro Canticum Novum Granada. Los músicos del Conservatorio Orfeo e I Musicisti y la soprano Ana Gallegos, dirigidos por Jorge Rodríguez Morata ofrecieron un programa que incluye piezas de Sibelius, Edvard Grieg y Ola Gjeilo. La encargada de echar la llave a la noche fue para la Banda Municipal de Música, que dirigidos por Carlos Atienza Abarca, dieron rienda suelta a En los jardines árabes en los jardines del Palacio de Quinta Alegre.

En lo relativo al día de hoy en el marco del FEX, los granadinos Razón Áurea serán los encargados del concierto solidario en el Auditorio Manuel de Falla a las 21:00 horas, a beneficio de Proyecto Hombre y de ALFA (Asociación Almanjáyar en Familia).