Música clásica

El deber y la libertad

  • Zig Zag Territoires publica la integral de las sinfonías de Beethoven registradas por Jos van Immerseel y su conjunto Anima Eterna entre los años 2005 y 2007

¿Cree usted conocer las Sinfonías de Beethoven? La tradición interpretativa predominante hasta fecha muy reciente hacía del compositor una especie de gran héroe romántico, casi un dios en la tierra, que habría habitado para sufrir por todos nosotros. Jos van Immerseel, pianista, fundador y director del conjunto Anima Eterna y una de las personas que más ha trabajado por reinterpretar de acuerdo al estilo de cada época no sólo la música del Clasicismo y del primer Romanticismo, sino incluso la escrita en las primeras décadas del siglo XX (inolvidable álbum Ravel), considera que el auténtico Beethoven nos habla exclusivamente a través de su música y no del mito que se ha creado con su figura.

Para van Immerseel, al arte de Beethoven sólo se le puede hacer justicia a partir de un compromiso por parte de los intérpretes que asocie deber y libertad. Deber con la letra de la partitura, con el uso de los instrumentos para los que escribió el compositor, con el diapasón que se empleaba en su época, el equilibrio orquestal, el respeto a las indicaciones de tempo... Libertad para comunicar todo esto partiendo de la sensibilidad y el conocimiento de cada cual. Esa es la regla que el director belga aplica a esta fabulosa interpretación del ciclo sinfónico más famoso de la historia, que completa con las oberturas, y registró en el Conservatorio de Bruselas entre diciembre de 2005 y finales de 2007.

No es desde luego la primera grabación con instrumentos de época. Hasta Otto Klemperer se sintió interesado por esa posibilidad, aunque a principios de los 60 el nivel de competencia de la ejecución con ese tipo de instrumental no era el más adecuado para un empeño de tal calibre. En los 70 llegaron los primeros intentos parciales, pero hubo que esperar a los años 80 para que Roy Goodman y su Hannover Band o Roger Norrington y sus London Classical Players se aventuraran a probar con el ciclo completo. Luego los seguirían Frans Brüggen o John Eliot Gardiner, mientras otros historicistas (de Herreweghe a Manze) se interesaron parcialmente por él, pero es este trabajo de van Immerseel en Zig Zag el que ha dado el gran aldabonazo en los medios de toda Europa, pues las interpretaciones son impactantes desde cualquier punto de vista que se las considere.

Van Immerseel ha trabajado con la edición crítica de Jonathan del Mar (como, por suerte, emopieza a ser norma) y ha investigado en profundidad el tipo de instrumentos usados en la Viena de principios del siglo XIX y los parámetros interpretativos de entonces. Así, ha colocado el diapasón en 440, más alto de lo que venían usando otros conjuntos historicistas, y ha dispuesto un contingente de cuerdas de 6/6/5/4/3 (salvo en la , con 8/8/6/6/5 y un coro de 24 voces, 6 por parte), lo que da 37 ejecutantes para la y 42 para la . Anima Eterna es en realidad un conjunto de solistas de primerísimo nivel, por lo que el número resulta más que suficiente. Los resultados de todo ello son unas versiones cristalinas, equilibradas y elegantes, pero llenas de fuerza, con tempi rápidos pero coherentes (que serían imposibles para conjuntos más grandes de instrumentos modernos, claro está), contrastes de dinámicas acerados y directos, una riqueza de matices y una teatralidad, un dramatismo y una pasión que hacen del héroe olímpico un ser humano sensual, bienhumorado y hasta caprichoso. ¿Cree usted conocer realmente las Sinfonías de Beethoven? Yo le recomiendo que escuche este álbum antes de responder afirmativamente a la pregunta.

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