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"Hay que descubrir los elementos éticos que no dependen de las religiones"

  • El intelectual austriaco abrió ayer el curso del Instituto Edith Stein con una conferencia sobre la figura de San Pablo

Es rector de la Universidad Católica de Chile. Y no deja indiferente ni con sus palabras ni con su aspecto. Llama la atención, con su gabardina color camel y un pañuelo rojo al cuello. Ayer habló sobre la controvertida figura de San Pablo en el acto inaugural del Instituto de Filosofía Edith Stein. Donde Seifert no se apea del caballo es en su denuncia del aborto, criticando que a los de su cuerda se les tilde de reaccionarios.

-Su conferencia en Granada trata la figura de San Pablo, si fue un crítico o un defensor de la Filosofía. Aparte de esto, también es uno de los personajes bíblicos más denostados por los 'progresistas'.

-Los textos de San Pablo parecen estar a favor de dos presunciones opuestas. Por un lado fue el crítico más severo de la Filosofía y la razón natural, y por otro, uno de los grandes defensores de estos mismos conceptos. Su aparente rechazo de la Filosofía está en su primera Carta a los Corintios, hablando de que Dios destruirá la sabiduría de los sabios. Parece que la fe está en contraste radical a la razón y, sobre todo, a la Filosofía. Muchos protestantes lo han interpretado así. Este pasaje lo interpreto de diferente manera: San Pablo quiere decir que los misterios de la fe, como la divinidad de Cristo, están fuera del alcance de la Filosofía y la razón.

-En América Latina, donde la religión aún juega un papel importante, sus teorías tienen más calado que en la agnóstica Europa.

-Sí, es así. Pero en todo caso quiero defender la figura de San Pablo. Estamos equivocados con Dios porque desde el principio del mundo podemos distinguir la figura de Dios de la de los demonios creados por los humanos. Como se decía en el primer Vaticano, con la pura razón podemos conocer con exactitud la existencia de algunos atributos de Dios.

-¿Qué papel debe tener un filósofo en la sociedad actual?

-Vuelvo a San Pablo, que defendió lo mismo que Cicerón y otros romanos con anterioridad: existe una moralidad que permite reconocer vicios y virtudes a través de la simple razón humana, sin referencias a la revelación. San Pablo da una lista de horrendos vicios humanos muy parecidos a la de Cicerón. En la sociedad actual, con la religión muy limitada dentro de los estados, hacer referencia a una visión crítica, no revelada por Dios pero abierta a todos los hombres, es muy importante como fundamento de la ley de los estados. Esto es muy importante en la bioética, en la Medicina. Hay que descubrir los elementos de la ética que no dependen de las diferentes religiones.

-En un reciente estudio, sometieron a voluntarios católicos y agnósticos a una serie de descargas eléctricas. Y los religiosos soportaban mejor el dolor tras observar el cuadro de una Virgen. ¿Tiene la Religión beneficios físicos?

-Sí, es curioso. La pura razón, si nos retrotraemos al Sermón de la Montaña de Jesús, tiene mucho de Sócrates o Cicerón en cuanto al rol del amor, de la caridad, de la fundación de hospitales... Si se piensa en la Madre Teresa de Calcuta, esta caridad no se encuentra fuera de la religión. Pero en el otro lado se pueden ver concepciones muy agudas de la ética. Es el caso de Pier Paolo Passolini, que era comunista y escribió algunas páginas tremendas sobre el terror del aborto, como una práctica que atenta contra la humanidad.

-El aborto y la eutanasia son dos conceptos de los que se ha apropiado la izquierda europea como derechos inalienables...

-Sí, está introducido en la mayoría de códigos legales del mundo. Pero no está bien. Es un ataque contra la vida, y en ese sentido defiendo la misma opinión de Hipócrates, porque un médico debe tener una formación moral.

-¿Por qué a los antiabortistas se les tilda de reaccionarios?

-Existen palabras como reaccionario o conservador que se utilizan para denigrar las posiciones opuestas de una manera irracional, porque esas palabras no significan nada respecto al tema en cuestión. Cuando se utilizan estas palabras, que nada tienen que ver con el concepto de bien o justicia, se abusa del lenguaje.

-La pregunta del millón, ¿qué es el alma humana?

-Es una cuestión a la que he dedicado tres libros y cientos de artículos. Defiendo que el hombre no puede reducirse a una máquina, a un organismo que funciona gracias al cerebro, como a un conjunto de procesos y acontecimientos físicos y químicos. La unidad de la conciencia exige un alma como una realidad espiritual, no puramente biológica. Científicos y filósofos como Karl Popper, con el que no estoy demasiado de acuerdo en muchos aspectos, salieron en defensa de la inexplicabilidad de la vida racional del hombre simplemente a través del cerebro.

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