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El día de los museos 'punkies'

  • Los espacios expositivos de Granada cambian su 'look' habitual para celebrar una jornada en la que unieron el arte con la música, el teatro o la videocreación

Los museos de Granada se ponen cresta y se pintan el pelo de colores. Es el resultado del Día Internacional de los Museos que ayer se celebró en los espacios expositivos de Granada con una sucesión de música, videocreación, artes plásticas, teatro, instalaciones y performances. El arte no sólo se contempló, también se bailó, se palpó y se escuchó.

El Parque de las Ciencias, que este año se sumó a la celebración de los museos gestionados por la Junta de Andalucía, propuso el programa Nuevas experiencias en la oscuridad, con una sucesión de artistas de distintas disciplinas hasta la una de la madrugada. La 'sesión golfa' comenzó con el video-concierto de Akasha. Después se sucedieron los acordes de la música electrónica de Crisopa, la poesía de Pere Sousa y Merz Mail, la música ambiental de Tape y Rec Overflow, los títeres de Ruyna Teatro, la vuelta a la poesía con Eduard Scoffet y el cierre con la música electrónica del barcelonés Fibla. "El hilo conductor de la jornada es apuntar hacia la reflexión de cómo ha influido la ciencia y la tecnología en el arte actual y cómo la misma nos ofrece nuevos formatos para interpretar el arte", apuntan desde el Parque.

Y la jornada, no apta para espectadores circunspectos, tuvo otro foco de atención en la Casa de los Tiros con el programa A la sombrita, que provocó un rictus de "qué demonios está pasando aquí" en los ciudadanos que pasaban delante del museo. Desde las nueve de la noche, de forma continuada, se proyectaron sombras silueteadas de piezas del museo junto con focos estratégicamente colocados que hicieron que las sombras de los paseantes se integraran en el espectáculo. Muchos de los que llevaban años pasando delante de la Casa de los Tiros sin saber que alberga un museo salieron ayer de su ignorancia.

Al mismo tiempo, ya en el interior, tenía lugar el espectáculo El túnel de los secretos, una producción de Animasur y La Strada Teatro donde magos, brujas, lectores del tarot y otros esotéricos personajes encandilaron al público revelándoles su destino. En clave de humor, claro. La Bruja Lola no participó en el acto. Por su parte, el Museo Arqueológico dio un toque íntimo ya de noche a sus salas reduciendo la luz ambiental y conduciendo al visitante a través de las salas mediante unas pegatinas fluorescentes colocadas en el suelo. En este ambiente, casi de local nocturno, aparecían con una repentina luz las obras más representativas de las diferentes estancias: los alabastrones egipcios de Almuñécar, el Togado de Perialte y el astrolabio nazarí. En resumen, 'museos punk'.

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